Tras la plaga registrada en el mes de agosto, la residencia municipal de mayores Virgen de los Remedios vuelve a tener chinches. Una información que dio a conocer en rueda de prensa el concejal del Partido Popular, Constantino Berruga. Contrastada la información, la concejal de Bienestar Social, Eva Perea, confirma que las chinches se detectaron el pasado 22 de octubre, fecha en la que comenzaron las actuaciones para erradicar, por segunda vez, la plaga.
Conocedores de esta situación, el Partido Popular solicitó información por escrito al equipo de Gobierno que respondió enumerando las medidas y tratamientos que se han llevado a cabo desde ese momento, desde el 22 de octubre al 20 de noviembre. Se informó a los familiares, trabajadores, residentes afectados y la delegación de Bienestar Social y comenzaron los tratamientos a cargo de la empresa Anticimex en las habitaciones en las que se detectaron las chinches, seis en total, interviniendo por segunda vez en algunas de ellas tras detectar de nuevo la presencia de estos pequeños insectos.
«¿Alguien se ha enterado de lo que está ocurriendo en el asilo?», declaró en rueda de prensa Constantino Berruga para concluir que «resumiendo, sigue habiendo una plaga mucho más extendida de chinches en el asilo y los autoproclamados como adalides de la transparencia no han dicho absolutamente nada», siendo de nuevo, «el PP quien informe sobre el asunto».
En principio, según ha declarado Eva Perea a La Tribuna, «la plaga está erradicada aunque no se puede asegurar al 100% ya que se trata de una plaga muy difícil de erradicar». Añade que las chinches «pueden vivir hasta un año sin comer en un enchufe». Para la concejala de Bienestar Social, el principal grupo de la oposición «vuelve a crear una alarma injustificada».
En respuesta a otra de las cuestiones que plantearon los populares por escrito, Eva Perea asegura que «corresponden a la empresa adjudicataria, UTE-Delta- Salzillo, los tratamientos de desinfección y desratización, según el contrato». Al mismo tiempo, manda «un mensaje de tranquilidad ya que las picaduras de las chinches no producen infecciones. No existe ningún peligro en este sentido».
Actualmente todos los residentes están en sus habitaciones y la empresa está pendiente de llevar a cabo un nuevo tratamiento en la segunda planta a pesar de «no ver chinches».