Tanto la provincia de Albacete como su capital ganaron habitantes durante 2022, como ya informaba recientemente La Tribuna merced a la actualización del censo de población del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esos aumentos fueron de 2.704 y 1.142, respectivamente, y se debieron a la llegada de inmigrantes de nacionalidad extranjera, pues el saldo migratorio interior (cambios de residencia dentro del país) dejó resultados negativos para el territorio albacetense.
Así lo detalla el informe anual sobre migración de la entidad pública que explota estadísticamente los datos de los padrones municipales, que señala que el saldo migratorio total para la provincia tuvo un resultado positivo total de 2.918 personas. El exterior deja una ganancia de 3.695 habitantes provenientes del extranjero, mientras que la movilidad dentro del país arrojó un saldo negativo de 777 personas, la diferencia entre las que se marcharon a otros puntos del territorio nacional y quienes fijaron su residencia en Albacete.
La pérdida en los padrones es de 848 personas con nacionalidad española (100 de diferencia negativa en el saldo exterior y 748 en el exterior), mientras que el aumento de población extranjera es de 3.766 (3.795 de variación positiva en los movimientos desde otros países y una bajada de 29 en la movilidad dentro de España).
En el caso de la capital provincial, el saldo migratorio total deja un crecimiento cifrado en 1.344 personas, con subida de 2.077 en el exterior y descenso de 733 en el interior. Destaca el hecho de que es mucho mayor la diferencia en el número de hombres (463) que se afincó en otros municipios al de mujeres (270).
En cuanto a la información sobre las migraciones intermunicipales, el INE refleja que casi 370.000 habitantes de la provincia mantienen su residencia en el mismo municipio que a comienzos de 2022. Entre quienes lo cambiaron, son mayoría (4.953 y un 52,2% del total) quienes se marcharon a otras comunidades, mientras que el 40,6% (3.852) se trasladó a otras localidades de la misma provincia de Albacete y los 941 restantes residían a comienzos de 2023 en otras provincias de Castilla-La Mancha.
Los resultados son similares en el caso de la relación residencial a principio y final de año de los habitantes de la capital albacetense, con 2.108 cambios de domicilio a otras comunidades autónomas, 1.570 en otros municipios de la provincia y 416 a localidades castellano-manchegas.
En el caso de las migraciones interprovinciales, cabe destacar que buena parte de los cambios de residencia se corresponden con personas de entre 20 y 39 años, franja de edad en la que el saldo migratorio interior deja a la provincia con 1.032 habitantes menos de diferencia entre los que buscaron otros destinos dentro de España y los que se afincaron aquí. De ella, algo más de la mitad (519) corresponde a personas con edades entre 25 y 29 años. Mientras, la variación es positiva de forma generalizada tanto en los grupos quinquenales de menor edad como en los mayores.
En cualquier caso, esa cifra de migración interior de veinteañeros y treintañeros se compensa sobradamente con el saldo de la migración exterior, en el que el resultado es positivo para la provincia en 1.849 habitantes.