Lidia Jiménez  Núñez acaba de publicar su primera obra, Como una margarita. La autora de Hoya Gonzalo comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de este libro, que invita a la reflexión personal. 

¿Escribe y también pinta?

Eso es, tengo 27 años y desde que tengo memoria, estoy escribiendo, también pintando. 

¿Cómo surgió este proyecto?

Escribo todo lo que me pasa  y llegó un punto, cuando me fui a vivir a Irlanda, a Dublín, en 2020, que comencé a escribir de forma diferente, en forma de reflexión, de forma que cuando terminaba de escribir una, me sentía mucho mejor y, al final tenía la respuesta a lo que me estaba haciendo sentir mal. En ese momento, me di cuenta que, si me ayudaba a mí misma con esto, quizá podría ayudar a otra gente.  

¿Pensó en hacer ese proceso más sistemático?

Siempre he escrito en papel, pero en ese momento pensé en hacerlo en ordenador, más sistemático y así lo hice, comencé en el ordenador con la idea de publicar y así salió. Hace un par de meses, subida en el avión, camino de Irlanda, no sé qué me pasó, no estaba en buena situación conmigo misma y, en el mismo avión, me puse a escribir y salieron otras dos reflexiones, que son las últimas del libro y es entonces cuando pensé que merecía la pena llevar todo esto a un libro.  

¿Fue complicado publicar?

Ha sido más fácil de lo que pensaba, sobre todo por la editorial, porque el trato ha sido excelente y han estado pendientes de todo, incluso de la portada. Les mandé una fotografía de lo que quería, les  pasé una margarita, y el título y ellos la plasmaron. 

¿Por qué Como una margarita, el título?

Porque es mi flor favorita y porque es una flor muy simple, bonita y muy fuerte, es una flor salvaje. Como la vida misma, simple, bonita y fuerte, claro.  

¿Cuántas reflexiones?

El libro, creo, son 61 reflexiones, sobre la vida misma, dificultades, problemas.  

¿Todas son sobre cuestiones personales, propias?

La mayoría sí son personales, aunque hay algunas que las he aprendido. Soy muy observadora y no ha hecho falta que viva algo para sacar un aprendizaje.  

¿A quién va dirigido el libro?

Este libro va dirigido a quien necesite ayuda, sobre todo a jóvenes, porque creo que somos los que más lo necesitamos ahora, pero también para mayores porque, al final, los problemas de la vida los tenemos todos, de una forma u otra. Los problemas pueden tener diferencias pero, al final, la solución es la misma, darle valor a la vida, no tener miedo y acción.  

¿La persona que lea Como una margarita, sacará algo que le pueda ayudar?

Creo que sí. Al final, la vida es una y, por muchos obstáculos que tengamos, de todo se sale, pero somos nosotros los que tenemos que hacerlo, por mucho que sepamos, como no reaccionemos nosotros, los problemas seguirán ahí. Como una margarita puede   ayudarte a reaccionar, con esa intención se hizo.  

¿Podría decirnos cuál es la reflexión más importante de Como una margarita?

No diría que una es más importante que otra, son muy distintas. La importancia se la dará el lector, porque si tiene algún problema y la reflexión le toca esa cuestión, será importante. Es un libro que te va a servir cuando quieras. Puede que algo que leas hoy, no le des importancia, sin embargo, mañana, cuando vuelvas sobre ella, verás todo el sentido. Me gustaría que el libro se leyese, no pensando en que a mí me han pasado esas cosas, sino que cada uno, en casa lea y sea capaz de reflexionar consigo mismo.

¿Lo presentará?

Sí, la primera presentación fue el día 24, en Hoya Gonzalo, pero también quiero presentarlo en Albacete.  

¿Vuelve a Dublín?

Estaré por aquí unos meses, porque en Dublín estaba trabajando y estudiando, sigo con Psicología, en la Universidad de Valencia.