El Ayuntamiento de Hellín celebró ayer el último Pleno de 2023. Y este 'ayer' es un detalle muy importante, porque si todo lo que sigue hubiese pasado hoy, estaríamos ante la clásica 'inocentada' del 28 de diciembre. Pero no, no es así, todo lo que sigue sucedió de verdad.
En el turno de ruegos y preguntas, el concejal Miguel Ángel Callejas contó una historia tan surrealista que parecía sacada de un guión de José Luis Cuerda. Una historia protagonizada por un poste, cuatro agujeros en el suelo y la paciencia casi infinita de los vecinos.
«En el cruce de las calles Doctor Fleming e Isabel La Católica se reformó una vivienda, y su titular pidió que el cableado no se colgara de la fachada nueva», explicó, «por lo que solicitó, entiendo que a este Ayuntamiento, que se montase un poste para poder evitarlo».
Siempre según la versión de los hechos aportada por el concejal, los operarios de la empresa responsable de este servicio se presentaron en el lugar y perforaron un agujero en la acera para montar el poste que solicitaba el vecino. Sólo que había un pequeño problema.
«Los vecinos advirtieron a los operarios de que ahí no era», dijo Callejas mientras mostraba una foto de la primera perforación, «así que los operarios hicieron otro agujero, que es éste -dijo mientras mostraba una segunda foto- pero que tampoco era el correcto».
Pero, aunque parezca increíble, este relato no ha llegado ni a la mitad porque «como se suele decir, a la tercera va la vencida -prosiguió el edil socialista- pues hicieron este otro agujero -vuelve a enseñar otra foto al Pleno- y no, éste tampoco era el agujero correcto».
Finalmente, al cuarto intento, el poste quedó instalado en el lugar donde debía, pero ya hemos dicho que no estamos ni a la mitad, «porque desde hace dos meses, más o menos desde la Feria, los otros tres agujeros siguen en las aceras, que son bastante estrechas».
Los agujeros, describió Callejas, «tiene entre un metro y metro y medio de profundidad, y están tapados por una valla metálica», lo que impide a los vecinos de la zona hacer uso de las aceras, puesto que «se tienen que bajar de la acera a la calzada» para poder circular.
Aún queda un detalle que ya es la 'guinda' de toda la situación, «y es que el poste está plantado justo en mitad de la acera, así que también obliga a los ciudadanos a bajarse a la calzada» para poder proseguir su camino en esta zona del casco urbano de Hellín.
En definitiva, que el concejal solicitó ayer al Pleno de la Corporación que «para el próximo Pleno del mes de enero, si es posible, que la acera haya vuelto a su estado natural para que se arregle» y los hellineros puedan transitar sin problema por su propia ciudad.
(Más información en la edición impresa o en la APP https://latribunadealbacete.promecal.es)