Frenan un proyecto solar en Chinchilla por motivos ambientales

E.F
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El Gobierno central llama la atención sobre la excesiva concentración de renovables en la zona, con 26 instalaciones en un área de 10 kilómetros cuadrados, lo que causa afecciones a la fauna, los espacios protegidos y la actividad agrícola

Fotografía de archivo de la construcción de una planta solar. - Foto: J.P.

El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) acaba de publicar en el BOE una declaración de impacto ambiental negativa, esto es, contraria a la construcción de una planta solar fotovoltaica de 35 megavatios de potencia en el término municipal de Chinchilla.

Esta planta es la 'mitad' fotovoltaica de un parque solar híbrido, denominado Cerro Vicente y la otra 'mitad' es un parque eólico de 39 megavatios, ya existente. Su construcción se proyectó en una parcela de 50 hectáreas, accesible desde la carretera N-301.

Los motivos por los que el Miteco toma esta decisión, contra la que cabe recurso por vía judicial, son tres: el impacto en las especies animales, sobre todo aves; la fragmentación de espacios naturales, y la alta concentración de infraestructuras energéticas en la zona.

De acuerdo a la valoración que hace el órgano ambiental del proyecto, el proyecto afectará a la avifauna acuática que vive en varias lagunas endorreicas próximas al emplazamiento elegido; a aves esteparias también detectadas en la zona, e incluso hasta a ejemplares de águila ibérica. 

También se llama la atención sobre el «potencial deterioro» que sufrirían  espacios protegidos como la Zona de Especial Conservación (ZEC) de las Lagunas Saladas de Pétrola y Salobrejo y del Complejo Lagunar de Corral Rubio.

Densidad. Pero el motivo más llamativo es la «sinergia» entre proyectos o, dicho de otro modo, la creciente densidad de instalaciones solares, eólicas, híbridas y eléctricas en general que hay en una zona relativamente pequeña.

Éste es un problema que no pudieron prever los promotores del proyecto, cuando esté echó a andar en 2021. En aquel momento, en un área de 10 kilómetros cuadrados, sólo había seis instalaciones de energías renovables.

Ahora, dentro de esta misma área, hay nada menos que 26 instalaciones de esta  clase, siempre de acuerdo a la resolución publicada en el BOE, que ocupan entre todos una superficie de casi 443 hectáreas. Una tasa de ocupación que, además no sólo perjudicaría a la fauna, también a las personas.

De hecho, la elevada superficie que ocupan estas instalaciones «supondrá la afección al uso agrícola en la zona». También se llama la atención sobre el impacto sobre el paisaje, muy elevado dada la concentración de instalaciones.

«El resultado es que, desde el 63,14 % del territorio analizado se podrá observar alguna de las infraestructuras», se indica en la resolución de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental  del Miteco publicada precisamente en el BOE de ayer.

Por todo lo antedicho, se concluye que se causarán «impactos adversos significativos sobre el medio ambiente», sin que las medidas previstas por el promotor constituyan una garantía suficiente para su «adecuada protección».

Antecedentes. Cabe recordar que en marzo de este mismo año, el Miteco ya hizo una primera advertencia, sobre la inflación de parques eólicos y solares en la provincia de Albacete y, en concreto, en la comarca de Monte Ibérico-Almansa.

Para ser precisos, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental resolvió que otro proyecto de parque híbrido debía someterse a una «evaluación ambiental ordinaria» por esta misma causa.

El emplazamiento elegido  para este otro proyecto es un territorio que está entre los términos municipales de Montealegre del Castillo, Corral Rubio, Chinchilla y Bonete.

El problema, se indicaba en la resolución del BOE, es que en su entorno ya había siete parques eólicos, con 146 aerogeneradores instalados, además de cuatro plantas fotovoltaicas en construcción.

Estas plantas solares, por sí solas, ya ocupaban 337 hectáreas y, además, había cinco proyectos más, instalaciones  eólicas, solares o híbridas que estaban en diferentes fases de tramitación administrativa.

Es más, el Miteco citaba entonces la existencia de un informe de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades, en el que se alertaba de  la «alta concentración» de instalaciones, que podía «comprometer» la capacidad de la zona de acoger más instalaciones de energías renovables.