Requena agradece la «riada de solidaridad» con Letur

Redacción
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El párroco de Nuestra Señora de la Asunción asegura que la localidad serrana «está rota, triste y cansada» y sus habitantes agotados «física y mentalmente»

El párroco de Nuestra Señora de la Asunción, Ignacio Requena. - Foto: Rubén Serrallé

«Letur está roto, triste y cansado», con estas palabras el párroco de Nuestra Señora de la Asunción, Ignacio Requena, describe cómo se encuentra esta localidad serrana tras el paso de la DANA el pasado día 29 de octubre. Y es que, como explica Requena, «estos tres adjetivos se puede decir que me salen así de primeras. Me salen de primeras desde el momento en que Letur es un pueblo pequeño, donde todos nos conocemos, donde las familias afectadas están sufriendo lo que pasó en primera persona pero también a los demás vecinos esto nos toca de lleno».

El párroco de Nuestra Señora de la Asunción asegura igualmente no sólo que «pese al tiempo transcurrido estamos ya cansados físicamente y mentalmente» sino también que «en este tiempo la verdad es que no ha parado de sonar mi teléfono, pues yo, al fin y al cabo, soy uno más».

«Ha habido una riada, pero no de agua, sino de solidaridad, de ayuda, de preocupación, de ver qué necesitamos, de estar a nuestro lado y  de decir que rezan por nosotros desde Estados Unidos hasta Copenhague, pasando por El Bonillo o  La Roda. Toda las diócesis, algunos  hermanos sacerdotes y algunos obispos  como el que fue de la Diócesis de Albacete, Victorio Oliver, me han llamado un par de veces, con un cariño, con una  sensibilidad y con una ternura que la verdad se puede decir que  te consuela en estos momentos» apunta Ignacio Requena.

Además de dar cuenta no sólo de cómo está Letur  sino también de las muestras de apoyo que han recibido y están recibiendo, igualmente aprovechó  la ocasión para dar las gracias a los que se han volcado con esta localidad serrana,  a los voluntarios y a «todos los que han estado aquí en Letur,  porque es una geografía muy difícil».

«Sea de la UME, del Ejército de Tierra, de la Guardia Civil o de Protección Civil, como de la Cruz Roja o de Cáritas, aquí ha habido un operativo de personas magníficas que hasta que no han encontrado a todos los que habían desparecido,  no han parado. Unos directamente en la búsqueda y otros con el avituallamiento e intentando hacer que cuando vinieran de esa búsqueda, pues pudieran descansar, comer, alimentarse y estar lo más cómodos posibles», concluye diciendo Ignacio Requena.