Editorial

La calle contesta a un Pedro Sánchez que no se inmuta

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Varios miles de personas se manifestaron ayer en Pamplona contra la moción de censura en el Ayuntamiento, que le va a dar la Alcaldía a EHBildu gracias a los votos del PSOE, en lo que denuncian tanto Unión delPuebloNavarro, principal afectado, como Partido Popular, Vox e incluso Ciudadanos, como uno de los puntos del pacto sin luz ni taquígrafos firmado entre socialistas y abertzales, o como lo llama el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, el «pacto encapuchado» entre Sánchez y los herederos de ETA, aquella organización terrorista que asesinó a numerosos políticos, muchos de ellos socialistas.

La indignación crece porque cada vez que PedroSánchez dice que no va a hacer algo y además lo reitera en varias ocasiones, poco después se desdice y lo hace. Los continuos cambios de opinión están marcando este inicio de legislatura, que en poco más de un mes tiene ya una fractura importante entre el Gobierno y el resto de partidos que se han quedado en la oposición gracias a los pactos de Sánchez con Sumar, Junts, Esquerra y EHBildu, entre otros.

Primero llegó la Ley de Amnistía, que pasó de ser inconstitucional para Sánchez y sus acólitos, a defenderla como la única salida al conflicto catalán, ante el asombro y la indignación de gran parte de los ciudadanos de este país, incluidos muchos de los que depositaron su confianza en el ahora presidente con sus votos en las urnas del pasado mes de julio.

Después llegó el conflicto con Israel, fruto del pacto con Sumar, que ha hecho dar a España un giro enorme en su política internacional que pocos esperaban, sobre todo Hamás, que recibió con alborozo la nueva posición de Sánchez, al que agradeció su apoyo -organización terrorista dixit-. Pues nada, otra vez indignación entre la oposición y perplejidad en la UniónEuropea.

Y ahora, con este movimiento en Pamplona, Sánchez mantiene la coherencia de su incoherencia. Para hacer honor a su nombre siguió los pasos de San Pedro para negar en numerosas ocasiones a Bildu, pero nada más lejos de la realidad. Un nuevo cambio de opinión que en esta ocasión tiene consecuencias porque saca de la Alcaldía pamplonesa a UPN, lista más votada, para entregar el gobierno de la ciudad a ese partido con el que jamás iba a pactar. Y lo que queda, porque hay varios municipios que pueden seguir el mismo camino.

¿Qué será lo siguiente? Pues en un país que vive una tensión que no se recuerda desde aquel fatídico 23 de febrero de 1981, no descarten que en un plazo no muy largo la anmistía empiece a llegar también a los presos de ETAque cumplen condena por terrorismo.Esto ya lo avanzó Arnaldo Otegui hace unos días. Si esto sucede, Pedro Sánchez perdería la poca credibilidad que tiene, si es que le queda alguna.