Alcadozo está de fiestas y un San Isidro sin encierros no sería lo mismo. La localidad celebró ayer el segundo del ciclo festivo tras haber llevado a cabo el primero el pasado  domingo. 

Encierro campero tradicional en el que los novillos vienen hacia el pueblo guiados por caballos desde el campo para que los astados lleguen en buenas condiciones a las calles de la localidad, donde tras un recorrido plagado de corredores que quieren disfrutar de su pasión y ofrecer espectáculo a los visitantes que se dan cita por cientos en esta taurina localidad, llegar finalmente a la plaza de todos, donde los mozos no dudan en exhibir sus cualidades como recortadores en plena efervescencia festiva.

Los utreros, que este año son de la ganadería salmantina Hermanos Sánchez Herrero, salieron a las 11 de la mañana desde los corrales municipales, junto a la ganadería La Alpujarra y tras 45 minutos llegaron a las calles de Alcadozo, en una mañana en la que había menos gente de la habitual al ser un día laborable.

En cualquier caso, las carreras fueron limpias, pero al llegar a la entrada de la plaza, un novillo corneó a un hombre que estaba tras una valla, hiréndole en una pierna por lo que tuvo que ser operado en la UVIMóvil que hay en la plaza.

Cabe recordar que el pasado domingo, en le primer encierro ya hubo una cogida a un recortador que también tuvo que ser atendido por los servicios médicos.

Hoy, tras la misa y procesión en honor a San Isidro se llevará a cabo el tercer encierro, previsto para las 12 del mediodía, mientras que por la tarde está previsto que se celebre una clase práctica de la Escuela Taurina de Albacete. Las fiestas finalizan mañana jueves con un nuevo encierro, en este caso de vacas, y una gazpachada popular en la plaza Mayor.