Detrás del éxito de dos hermanos futbolistas que acaban de protagonizar una semana inolvidable, debutando con la Roja Nico Williams y estrenándose Iñaki con Ghana, se esconde la huida de unos padres de su tierra que buscaron una vida mejor para sus hijos. Ese sufrimiento se ha convertido para ambos en la mayor motivación sobre el terreno de juego. A sus 20 años, Nico sueña con estar en Catar después de haber dicho 'no' al país de origen de sus progenitores.
En unos meses ha pasado de dar el salto al Athletic a recibir la llamada de Luis Enrique. Todo vuela en su vida. ¿Tiene tiempo de asimilarlo?
Es verdad que me ha llegado todo muy rápido, no esperaba esta progresión. Tengo a mi madre y mi padre, que si me subo un poco están para darme un tortazo.
Sus padres tienen una historia tremenda detrás.
Les dedico todo a ellos. El trabajo que hago es para ellos, que han dado parte de su vida para que vivamos bien, que nunca nos faltase un plato de comida en casa. Todo lo que les pueda ofrecer en la medida de lo posible se queda corto. Las cosas materiales no son suficientes, se sienten orgullosos de ver a su hijo en la selección.
¿Cuándo les contaron lo que vivieron?
Fue un camino duro. Les preguntaba cómo habían llegado a España porque veía las pateras en televisión y siempre me decían que fue en avión. Me mentían. Yo era un niño pequeño y un día nos sentaron a mí y a mi hermano para contarnos una historia que nos llegó dentro.
¿Le hace valorar más lo que ha conseguido?
El sufrimiento que pasaron tus padres te hace tener más ambición por ellos y por ti.
Su madre siempre dice que era un trasto de pequeño, que llegó a romper hasta un televisor, pero que rápidamente pedía perdón.
Las he liado un par de veces (risas). Era y soy impulsivo.
¿Qué se siente cuando se llega al primer equipo y juega en San Mamés?
Todo niño de Lezama sueña con llegar al primer equipo.
En la historia del Athletic ha habido 25 parejas de hermanos. Julio y Patxi Salinas son el referente más cercano.
Conozco a Patxi. Me entrenó cuando subí del juvenil al Baskonia. Siempre hubo un pique sobre cuándo debutaría cada uno en el Athletic.
¿Cómo puede explicar que Nico juegue con España e Iñaki con Ghana?
Fue una decisión natural. Cada uno tomó su camino y tomó su decisión de forma meditada. Estoy muy contento de que mi hermano esté con Ghana, le deseo que le vayan las cosas bien, que pueda hacer un gran Mundial y alcance los máximos objetivos.
La decisión de Iñaki fue primando la inmediatez por jugar un Mundial. ¿Podría haber tenido hueco en la Roja?
Mi hermano pensó en eso, en si ir con la selección o con Ghana, pero lo que le marcó fue el viaje que hicimos en verano allí. Ver a toda la gente le hizo dar el paso.
Ghana también llamó a su puerta, ¿no dudó?
Yo siempre he tenido claro que quería estar aquí y estoy muy contento de que Luis Enrique me haya dado esta oportunidad, espero aprovecharla. Como bien sabe todo el mundo, quiero estar con la selección.
¿Qué tiene Nico que le gustaría tener a Iñaki y al revés?
Yo creo que a mi hermano le gustaría tener la habilidad que tengo en los pies, que igual él no tiene. A mí esa capacidad física que tiene. Soy más flaquito.
¿Cómo recibió la llamada de Luis Enrique?
Estaba tranquilo en el sofá de casa como un día más de los que tenemos libre en el Athletic y me empezaron a llegar muchos mensajes al móvil de enhorabuena. No entendía por qué, me metí en la sefutbol.com por curiosidad y aparecía en la lista... No me lo podía creer, empecé a gritar en casa, mi madre vino a abrazarme, a llorar como mi padre. Estoy muy feliz.
¿Cómo es el seleccionador en el cara a cara?
Me ha trasmitido confianza, que no tenga miedo a fallar. Es una persona muy cercana que si tiene que decirte algo, te lo dice a la cara. Es un entrenador que me va a ayudar a cambiar y mejorar mi juego. Quiero aprender lo máximo de él y del equipo.
¿Con qué imagen se queda de su llegada a la selección?
Sobre todo ver a 'Busi', de los mejores mediocentros del mundo. Verle en persona es chocante. Soy un chaval del 2022 y me choca verle. Mis amigos me preguntan cómo es. Ver a personas como él o Koke, que siempre les has visto en la 'tele' te impacta.
¿Cuál es su primer recuerdo de la selección?
El recuerdo más 'heavy' es el gol de Iniesta. Estábamos todos en Pamplona y todos gritando en el jardín celebrando el golazo.
¿Qué puede aportar?
Desborde, velocidad en el uno contra uno y gol. Soy un chaval con gol.
¿Se imagina en el Mundial?
Sería la gota que colma el vaso. Es el sueño de todo chaval y ojalá suceda.