La Ley del Cambio Climático y Transición Energética obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a elaborar planes de movilidad urbana sostenible que, entre otras particularidades, deben incluir zonas de bajas emisiones, vamos lo que tienen en grandes ciudades como Madrid desde hace años. Pues bien, Albacete es una de esas capitales que supera los 50.000 habitantes y por ello el Ayuntamiento está obligado a cumplir con la Ley, que por cierto ponía fecha tope 2023 para que estas zonas estuvieran delimitadas, algo que aquí, de momento, no hemos cumplido.
Y es que Albacete fue uno de los municipios que presentó alegaciones alReal Decreto del Gobierno de España, para así ganar tiempo y desarrollar estos espacios bajos de contaminación a lo largo de 2023. Pues bien, estamos ya a mitad de 2024 y seguimos igual. Eso sí, existe un estudio encargado a dos empresas para ver cuál es el lugar indicado para delimitar como zonas de bajas emisiones y también se está viendo con todo el tejido asociativo de la ciudad.
La peatonalización del centro saca a sus calles de esta ecuación porque ya no pasa tráfico motorizado. Pero sí que son susceptibles cerrarse las calles adyacentes que sí que soportan el paso de vehículos. Si la idea fuese cerrar el centro entero a la mayoría de los vehículos que circulan al cabo del día por las calles de nuestra ciudad, incluidos los de reparto. En estas calles entran, por ejemplo, la zona de Carretas y el Paseo de la Cuba y Alcalde Conangla, donde son diarios los atascos a la hora de la salida de los trabajos, mientras que la zona que registra una mayor contaminación es la Avenida de los Toreros. Pero si se decide restringir aquí el tráfico, ¿por dónde quieren que circulemos?
Una de las grandes ventajas que tiene Albacete es su orografía, que permite expandir la ciudad hacia cualquier parte. Desde ese concepto partió la nueva circunvalación, la famosa AB20, que a la marcha que lleva va a tardar más tiempo en terminarse que el monasterio de El Escorial. Terminar ese cinturón despejaría gran parte del tráfico de una ciudad y seguramente también reduciría la duración de los desplazamientos.
Pero sabemos que esa obra va para largo y que lo que hay que hacer ahora es cumplir con la Ley y en eso vamos con mucho retraso. El trabajo es complicado y la decisión que se tome seguro que tiene detractores, pero para eso se presenta uno a las elecciones, para gestionar la ciudad y decidir cosas que, muchas veces, no son fáciles de explicar a tus propios votantes.
El estudio encargado por el Consistorio refleja también un dato curioso, y es que, uno de cada cuatro desplazamientos que se hacen en la capital son en la zona centro. Los conductores también tenemos que hacérnoslo mirar.