Unos abarrotados salones del Restaurante Don Gil de Albacete acogieron la entrega de premios Quijotes del Toreo, que organiza la plataforma También somos Cultura.
Los presentadores fueron la televisiva presentadora de Castilla-La Mancha Media, Mariló Leal, y el director de este mismo rotativo, Francisco Javier Martínez García.
Antes de comenzar la entrega de premios, hubo un instante de recuerdo para la figura de Rafael Sánchez, Zapaterito de Santa Quiteria, que fue uno de los promotores de la citada plataforma.
Fue Javier Martínez quien se encargó de hacer presente la figura de Zapaterito, fallecido hace poco más de un año, al traer frente al atril el capote y el inconfundible sombrero del fiel defensor de la lidia.
Acto seguido, Mariló Leal pidió un minuto de silencio por los damnificados de la DANAy todos los profesionales y aficionados taurinos fallecidos a lo largo de los últimos 12 meses.
El minuto, no obstante, se guardó bajo el sonido de los acordes del Himno de Valencia, interpretado en perfecto valenciá por la inconfundible voz de Francisco. Y tras ello, llegaron por fin los premios.
El primer galardón y el más emotivo de todos recayó en la figura de Pepe Villena, novillero en su juventud, aficionado de renombre y mentor de jóvenes aspirantes.
El premio también fue un reconocimiento a la superación, ya que en 2020 sufrió un grave accidente vascular que lo postró en una silla de ruedas, pero que no redujo ni un ápice su voluntad.
El segundo premio fue para el prestigioso músico y compositor Manuel García Sánchez, director de la banda municipal de Pozohondo, titular de la plaza de Albacete durante más de dos décadas.
El tercero recayó en el exitoso empresario Emilio Romero, apasionado taurino y uno de los aficionados fijos de la barrera del cuatro de la Plaza de Albacete.
En cuarto lugar, se entregó un galardón a Juan del Val, conocido comunicador, escritor y tertuliano y uno de los principales defensores de la tauromaquia en los medios.
El quinto reconocimiento fue para el diestro Juan Ortega, torero que destaca en el albero por su estilo de lidia preciso, elegante y pausado, como de otros tiempos.
Cerró el acto con unas breves palabras de agradecimiento el alma mater de estos premios, José Antonio Galdón Niño Belén.