Ya han pasado por la Casa Consistorial de la capital cinco corporaciones municipales -una del PSOE, dos del PP, una de coalición PSOE-Ciudadanos y la actual del PP-, pero el puente de la prolongación del Paseo de la Cuba que conecta con el Polígono Industrial de Campollano sigue sin tener una solución clara. Veinte años después no sólo no se ha avanzado nada, sino que se retrocedió, ya que la inversión en urbanizar los terrenos adyacentes de la APR-13 se ha deteriorado hasta tal punto que hay que volverla a hacer. En medio de este abandono se encuentran los litigios de los propietarios con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), quien reclama los terrenos adyacentes con las vías del tren.
El desdoblamiento del puente es más que necesario, ya que supone la vía de servicio del mayor área empresarial de Castilla-La Mancha y la situación actual genera incontables perjuicios para la ciudad en materia económica, de movilidad, medioambiental e industrial. En todas las campañas electorales, los partidos políticos llevan en sus programas la mejora de esta infraestructura, pero cuando llegan a la Alcaldía ninguno consigue dar ni un paso, por pequeño que sea. Los procesos judiciales abiertos son un muro infranqueable que ningún munícipe en 20 años pudo franquear.
Mientras tanto, los más perjudicados son los empresarios y trabajadores que todos los días transitan por el puente, porque deben soportar tremendas colas para poder ir y volver de sus respectivos puestos de trabajo.
Todos los partidos políticos aseguran que el Polígono Industrial de Campollano es un barrio más de la ciudad, pero no se le da el mismo trato que a los otros barrios, ya que para realizar la renovación de la calle Autovía, por ejemplo, se tardó años y pasaron varias corporaciones municipales para iniciar las obras que aún están en ejecución. El desdoblamiento del puente del Paseo de la Cuba va por el mismo camino y tiene visos de alargarse mucho más en el tiempo. Ni con motivo del 50 aniversario de Campollano, que se celebra este año, hay previsiones que se desbloquee. Esto, unido a la falta de suelo industrial disponible, hace que Campollano, verdadero pulmón industrial de la ciudad y de la provincia, esté estrangulado y eso no se lo puede permitir Albacete, porque la generación de riqueza se detiene también.
Es hora que todas las instituciones hagan un frente común para desbloquear la situación y exigir una solución a uno de los problemas graves que sufre la ciudad y sus habitantes. Albacete no puede esperar 20 años, y los que quedan, para acometer la mejora de una infraestructura estratégica para el desarrollo de la ciudad. Es hora de hechos, no de palabras que quedan muy bien en un titular o en un programa electoral, pero que no resuelven una situación demasiado precaria.