Se ha agotado ya la primera semana completa de junio, que ha sido seca y de temperaturas altas, y aunque seguimos en primavera, llegan jornadas de tormentas y deben de estar ya diseñados y preparados todos los dispositivos y todos los medios tecnológicos, mecánicos y humanos contraincendios. De todas las administraciones competentes en la materia, incluidos los ayuntamientos pequeños, que han de asegurarse de que sus mangueras y bocas de riego están disponibles y efectivas por si fuera necesario echar mano de ellas.
Cada año se mejoran y amplían los operativos estatales y autonómicos para prevenir y luchar contra el fuego, porque ante siniestros imprevisibles en cuanto al origen, dirección y dimensiones, todo es poco y hay que permanecer siempre vigilantes y prestos para salir corriendo, y a la vez con cabeza.
La teoría y la práctica en esta materia reiteran que los incendios se apagan en invierno. Es decir, que en los meses en los que no se producen apenas sucesos de esta índole hay que avanzar en la limpieza y desbroce de montes, en la remarcación de los cortafuegos y en la apertura de nuevos, en la actualización de la cartografía, en la preparación de los vehículos de bomberos y en la coordinación de los distintos cuerpos implicados.
A la presencia constante y en movimiento de los guardas forestales se unieron hace varios lustros las torretas de vigilancia estratégicamente colocadas. También se trabaja con imágenes de satélite para la prevención y la lucha contra las llamas y este año se va a sumar una nueva herramienta en esta compleja e imprescindible batalla a favor de la naturaleza, de la vida y de todos. Los medios se adaptan a los nuevos retos y esta campaña, con un presupuesto para la provincia de 22 millones de euros, el dispositivo de lucha contra los incendios contará en Albacete con drones capaces de operar durante la noche, sistemas de comunicación reforzados y una nueva patrulla móvil nocturna. En total, se desplegarán más de 500 personas, que además contarán con el apoyo de un millar de efectivos adicionales, entre los bomberos del Sepei, la Guardia Civil, Protección Civil y los hidroaviones del Ejército del Aire destacados en la Base de Los Llanos. Además, en caso de un siniestro grave se podrá contar, como siempre, con los efectivos de la UME.
Durante la última década, las principales causas de los incendios fueron las negligencias, las quemas agrícolas, los fuegos intencionados y los rayos, pero en el año 2023, la principal causa, con diferencia, fueron los rayos, por lo que nuevos medios, como los drones, deben sumar para obtener los mejores resultados posibles, pero nunca hay que olvidar el siempre determinante factor humano.