'Twanguero' abrirá el año de Albacete en Madrid

Emilio Martínez
-

El famoso guitarrista de nivel mundial nunca olvida sus «queridas raíces» de la tierra y ofrecerá un concierto gratuito

El ‘Twanguero’ (izquierda), junto al actor y director teatral Miguel Ángel Gallardo. / - Foto: D.G.G.

Lo lleva en la sangre. O, mejor, en los genes. Porque uno de los más prestigiosos guitarristas internacionales, con residencia desde hace más de una década en Estados Unidos, donde goza de un cartel enorme en conciertos y grabaciones de álbumes, tiene -y presume de ellas- «queridas raíces albaceteñas», cual afirma. Pongamos que se habla/escribe de Diego García Gallardo, Twanguero, en carteles y discos. Nacido en Valencia, ciudad a la que sus dos padres albaceteños, Diego e Isabel, emigraron, como tantos otros, siempre tuvo un especial amor por Albacete. Un cariño a la tierra que no se queda en mera teoría, quía: porque le ha llevado a comprometerse a mantener un coloquio y un concierto exclusivo con los paisanos de la diáspora madrileña que abrirá en el mes de enero la programación del próximo año  de este grupo.

La aceptación inmediata a la propuesta llegó, en parte, a sorprender a los directivos de la llamada oficialmente Asociación Cultural Albacete en Madrid, que con motivo del extraordinario recital de Diego en la capital española se lo propusieron. Fue a petición de varios de sus miembros, seguidores del guitarrista, que disfrutaron del concierto en una sala -Villanos del Jazz, antes la legendaria Caracol- de auténtica élite en la que sólo se contrata a artistas de lujo. Incluso algunos de ellos lo habían visto también el día anterior en Albacete en otra triunfal cita, ésta en la sala Clandestino.  

Precisamente dentro de la gira de presentación de su reciente álbum Panamérica, que todavía continúa por otras ciudades de nuestro país -en la que hizo un pequeño paréntesis para cumplir varios compromisos que tenía firmados de antemano en EEUU-, afirma que aunque se entrega de parigual manera en todos los escenarios, hay tres que le motivan de una manera muy especial y nunca faltan en su recorrido por suelo español. No son otros que Albacete, Madrid -donde hizo el paseíllo musical el pasado mes de octubre- y Valencia, que por problemas de falta de acople entre su calendario y el de las salas, visitará a finales de esta gira o en una nueva prevista tras las fechas navideñas.  El polivalente músico, arreglista y compositor que domina todo tipo de géneros -rock, pop, jazz, blues, boleros, clásica, flamenco y lo que le echen-, en estas sus actuaciones -donde alguno de ellos también sonó-,  tocó mayoritariamente con sus diversas guitarras canciones de «este recorrido por el continente americano» como suele decir. En cuanto al concierto de Albacete, declara a La Tribuna estar muy contento por la  «cariñosa y maravillosa» acogida de los que siente como paisanos que estuvieron «muy receptivos», lo que le llena de satisfacción.

Al día siguiente llegó el turno de Madrid, en la que coincide con su mánager Hélène Kieffer en que era el más mediático de toda la gira, y que igualmente fue apoteósico con lleno absoluto y un público entregado a tope. Llamando la atención de que a pesar de que a Villanos asiste un exigente público en su mayoría rockero, corearon los estribillos -que Twanguero interpretaba a la par con sus guitarras- de temas como Me gustas mucho de Rocío Dúrcal, Como yo te amo' de Rocío Jurado, Cerezo rosa de Pérez Prado y hasta el antiquísimo fox-trot de Rascayú de Bonet de San Pedro.Y en el que se subieron también al escenario en algunos temas dos cantantes de lujo, Alih Jey, de Los Angeles, y Fabiola Roudha, de Guatemala.  

La inclusión en su repertorio de estos temas no es casual, como precisa: «Cuando decidí ponerlas ya suponía o esperaba que la gente se iba a entusiasmar, lo que significa que con cualquier edad se prenden con la música. Por fortuna es habitual que en mis conciertos no falte público de varias generaciones». Porque añade que cuando acontece esto, las vibraciones de la gente se transmiten arriba y calan al máximo» «para tocar con más fuerza si cabe», explica Twanguero. Quien aprovecha para pedir que no se olvide a los dos extraordinarios músicos de su banda en España -en Los Angeles, donde reside, tiene otra formación- que le acompañan, Julio el Lento a la batería y David Salvador al bajo.

Falta de cerrar con exactitud la fecha de enero en la que el guitarrista protagonice su recital, como cierre a un coloquio con los asistentes, en la sede del grupo de albaceteños en Madrid compartida con la de la Casa de Castilla-La Mancha. Entidad que también se une en la organización y difusión al evento -«porque es menester aprovechar la oportunidad de tener en nuestro escenario a una estrella mundial», cual argumenta su presidente. Además, al músico se le ocurrió que le acompañase su tío el actor, gestor y director teatral Miguel Ángel Gallardo.

Con el que ya ha actuado en un par de ocasiones, una en Logroño, dentro del Festival Actual en uno de los clásicos monólogos del actor, Tenguerengue, cuyo título cambió en esta ocasión por el de Twenguerenge. Y el otro en Albacete, el año pasado en el Auditorio Municipal, y dentro de la serie Verano Cultural, donde el guitarrista presentaba su álbum anterior, Carreteras Secundarias II, inspirado en los sonidos de la selva costarricense, donde lo grabó.

A tal efecto, ambos artistas coinciden en señalar lo bien que se lo han pasado en el escenario, casi sin haber ensayado con mucha antelación en un espectáculo que aúna la poesía con la música. Ya que, por un lado, Gallardo, que entre sus múltiples facetas incluye la de magnífico declamador de versos, recita varios de importantes autores, y diversa temática, según le va inspirando el sonido de la guitarra. Como sostiene: «Trabajar con mi sobrino siempre es una delicia, ya que a su indudable calidad artística une la humana».

Y agrega que por esa razón los resultados de esta original mezcolanza de dos artes cercanos, «pero diferentes», siempre han sido positivos para la gente que disfruta de su actuación conjunta. Una opinión similar por parte de Twanguero, quien prefiere también la improvisación, ya que con su sobrino, al que califica como un excelente actor como ha demostrado en su larga carrera, se entiende «sólo con la mirada».

Algo relativamente lógico y que viene de muy atrás, cuando el guitarrista visitaba Albacete en diversas fechas, y, claro, fundamentalmente en la Feria, con sus padres y coincidía con su tío. Una coincidencia también física que ha ido a más con el tiempo, ya que cuando vuelve a Albacete por cualquier razón, se aloja y convive con Gallardo. Y, como un enamorado de la gastronomía manchega, ambos van a los bares y restaurantes, donde por cierto a Twanguero no suele conocerle casi nadie. «Es la ventaja de no ser mediático», concluye el músico.