La región tiene 130 linces más aunque hubo 40 atropellos

L.G.E.
-

Según el censo cerrado del pasado año Castilla-La Mancha tiene el 35% de la población de linces que hay en España. El número de cachorros creció en 71 ejemplares

La región tiene 130 linces más aunque hubo 40 atropellos - Foto: Víctor Fernández

En Castilla-La Mancha ya hay más de 700 linces. Según el último censo publicado por el Ministerio para Transición Ecológica, correspondiente a 2023, Castilla-La Mancha es una de las regiones clave para que esta especie se aleje progresivamente del riesgo de extinción. En la Península Ibérica ya hay más de 2.000 y un 35 por ciento del total se encuentran en Castilla-La Mancha, con un total de 715 ejemplares. Es la segunda región con mayor presencia de linces, solo por detrás de Andalucía, que suma 755.

La buena noticia es que la población de linces va a más. En solo doce meses el número total de ejemplares en la región ha crecido en 130 felinos. El número de cachorros ha subido en 71 ejemplares. El saldo final es positivo porque en el censo del Ministerio también se recogen 56 fallecimientos el pasado año. La mayoría de las muertes en Castilla-La Mancha, con un total de 40, se debieron a atropellos. Además hubo tres muertes por enfermedad y otras trece atribuidas a otras causas. 

El censo de linces de 2023 refleja  que en total en Castilla-La Mancha hay 150 hembras reproductoras, 186 machos maduros e inmaduros y 298 cachorros. Además hay 17 ejemplares a los que no se ha podido determinar el sexo. 

Por áreas, la mayor parte de los ejemplares de linces en Castilla-La Mancha se encuentra en los Montes de Toledo, con 336 ejemplares, casi la mitad de todos los que hay en Castilla-La Mancha. El número se ha incrementado en 64 en un año. 

Le sigue la zona de Sierra Morena Oriental, con 232 ejemplares (29 más en un año), mientras que en Sierra Morena Occidental hay contabilizados 134, que son 31 más que en 2022. Además en el último censo se ha concretado la presencia de linces en otras zonas. En la comarca de La Jara, en Toledo, se han contabilizado seis, en los campos de Hellín cuatro y en Cabañeros se registraron dos. 

La población de lince ibérico en España fue en retroceso continuo durante la segunda mitad del siglo XX hasta el punto de que hizo falta poner en marcha el programa LIFE de reintroducción de esta especie, financiado con fondos europeos. En él participan distintas comunidades autónomas.