El pasado sábado, se celebraba una corrida de toros den la localidad toledana de Casarrubios del Monte, en la que alternaban Molina, Víctor Hernández y Samuel Navalón y fue el primer toro de la tarde el que cogió e hirió fuertemente al banderillero hellinero Víctor Martínez, siendo operado en la misma plaza por parte de Pascual González Masegosa y su equipo médico siendo trasladado para su ingreso al Hospital Quirón Salud de Albacete, donde recibió el alta médica en la mañana del pasado lunes, por lo que el buen banderillero albacetense descansa y se recupera en su propio domicilio.
El propio Víctor Martínez nos ha explicado como se encuentra y el alcance de la cornada, que, tal y como se dijo fue grande, aunque limpia.
«Me encuentro bastante bien y llevo las dos últimas noches durmiendo bastante bien (por el martes) y ya andando un poco para no forzar, pero no hay que venirse abajo sino lo contrario, hacer buen animo y fuerte. Puedo andar sin ayuda de muletas, lo que está muy bien».
Fue muy certero, ya que apenas lo tuvo unos segundos en el pitón. «La conformación de los pitones del toro hizo que girara sobre el pitón y aunque estuve poco tiempo, fue suficiente para una cornada con dos trayectorias de 10 y 15 centímetros. Luego pasó por encima y tengo también dolores de los pisotones, por lo que me duele más la voltereta que la cornada».
Al intentar poner el par y no pasar en falso, vino la cornada. «Fue una sorpresa para mí, porque además de que nunca había toreado esta ganadería y era el primer toro, nadie iba a pensar que haría lo que hizo. El toro marcaba un poco la querencia, pero no se le veía un poder excesivo y uno intenta hacer las cosas lo mejor posible y pasa esto. Me sorprendió, ya digo, la reacción que tuvo el toro y cuando lo vi que iba por delante, en décimas de segundo vi que no podía pasar en falso y por donde venía me cogía seguro, así que intenté cambiarle el pitón, pero no dio tiempo y no me dejó salir, porque reaccionó muy rápido y me cogió».
el equipo médico. Confianza en el equipo médico. «Entré muy tranquilo en la enfermería porque sabía quien había dentro. Es la primera cornada que me pegan así, pero sabía que estaba Pascual González Masegosa y su equipo y me daba mucha tranquilidad, de hecho, cuando me llevaban a la enfermería, me iban dando unos meneos que preferí bajarme e ir andando porque podía andar, e incluso no sabía si llevaba cornada porque me han dado muchas volteretas y gracias a Dios, hasta el sábado me había escapado y miré, veía el boquete y pensé quedarme hasta que matara el toro, pero luego, lógicamente, que hago yo herido, así que lo lógico era entrar en la enfermería muy tranquilo, me quité yo solo la ropa, me pusieron la epidural y en un momento me dijeron que me dormirían un poco, pero poco tiempo».
Muy poco tiempo ingresado. «Esperé en la UVI móvil a que terminara el festejo, ya operado, y al terminar la corrida me trasladaron a la clínica Quirón de Albacete, donde me trataron de maravilla, hasta el lunes por la mañana que me quitó el doctor González Masegosa los drenajes y me mandó a casa».
Lo han respetado los toros. «No he tenido cornadas graves, sólo volteretas, heridas pequeñas, fractura de costillas y creo que una vez me pegaron una cornada interna y como no la abrieron, curó sola, pero intervenirme por herida por asta de toro, ha sido la primera».
Deseando torear ya. «No me he puesto fecha para reaparecer, pero lo cierto es que la mejoría que voy notando es grande. El domingo iba a torear en Madrid con Manuel Caballero y no pude ir lógicamente y hasta que no esté en buenas condiciones no voy a reaparecer, aunque creo que para el día 19 en Iniesta, que voy con Peñaranda, creo que ya estaré y luego la Copa Chenel, con Pinar, que la han aplazado al día 27, ahí estaré, si no hay complicaciones, claro».