Isabel Negro Company es licenciada en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha. Comenzó a prestar servicios como abogada en la asesoría jurídica de Comisiones Obreras. Llegó a la Administración Pública en 2009. De 2013 a 2019 ejerció como letrada del Servicio Jurídico del Ayuntamiento de Albacete. En 2017 aprobó la oposición de técnico de la Administración General incorporándose a dicho puesto en marzo de 2019, en concreto como adjunta en Prevención de Riesgos Laborales del Servicio de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Albacete. Desde el 11 de diciembre de 2020 es gerente territorial de Justicia en Castilla-La Mancha.
Llegó a la Gerencia Territorial con el cambio de los juzgados unipersonales de Albacete a la Ciudad de la Justicia en el horizonte, ¿se han calmado las cosas desde entonces?
Sí, se han calmado. Al principio, cuando se saca a la gente de su zona de confort, no sólo el personal, sino incluso la propia Gerencia, provoca que tarden en reubicarse, tanto los profesionales, como los usuarios, y se genera un poquito de estrés. Es verdad que, desde el primer día, todo funcionó correctamente, hubo un fallo en la conexión la primera jornada y los juicios se retrasaron, pero salió todo bien. Ahora ya están todos los órganos unipersonales y la Fiscalía instalados y ordenados y, por tanto, claro que se han calmado las cosas. Las incidencias que puede haber ahora son peccata minuta, comparado con el principio, sobre todo por ese traslado de los propios usuarios y profesionales a otro espacio físico.
Los inicios tuvieron algunos momentos difíciles, ¿ha mejorado el funcionamiento de la justicia gracias a la nueva infraestructura?
Entiendo que sí, en la medida en que se ha centralizado la prestación del servicio, ya no hay esos traslados entre sedes y esa dispersión, lo que ocasionaba incluso errores, porque manejábamos cuatro domicilios para los órganos judiciales, el de la calle San Agustín, calle Caldereros, Dionisio Guardiola y calle Tinte, con desplazamiento de Fiscalía en aquellos procedimientos en los que intervenían. Ahora, al estar todo centralizado en el mismo espacio físico, se gana en calidad, a la hora de contar con todos los profesionales y usuarios, así como el personal destinado al servicio público de la Justicia.
Hemos pasado de cuatro a dos sedes judiciales, con lo que entiendo que la Ciudad de la Justicia ha supuesto un ahorro importante para el Ministerio en la provincia, porque hay menos alquileres, ¿de cuánto dinero estamos hablando?
La nueva sede judicial ha supuesto un ahorro de unos 500.000 euros (IVA incluido), en alquileres que se pagaban anualmente en concepto de arrendamientos. Además se han centralizado todas las facturas de lo que son suministros de luz y agua en un solo edificio.
También han realizado obras en otros juzgados como La Roda, Villarrobledo o Hellín, que aún no se ha terminado.
En Villarrobledo el edificio es del Ayuntamiento por eso hemos tenido que realizar una obra menos ambiciosa. Es verdad que en Villarrobledo se está mirando para ver si con ayuda del Ayuntamiento se consigue un solar para hacer un futuro edificio, porque en Villarrobledo tenemos un gran problema de falta de espacio, porque es un edificio muy chiquito para albergar dos juzgados. Villarrobledo lo tengo como algo pendiente y sé que el Ministerio también. No será en 2025, sino para más adelante, pero hacer un edificio nuevo en Villarrobledo es algo prioritario para la Gerencia. Villarrobledo es una prioridad.
¿Se ha llevado a cabo alguna modernización de equipos informáticos recientemente?
La dotación de equipos y la renovación es permanente. Desde que estoy de gerente, hay una constante modificación y dotación de equipos permanente. De hecho, hay líneas estratégicas de actuación, se están modificando las herramientas procesales, el llamado programa Atenea (antes Minerva) y se está dotando de equipos a las agrupaciones de paz y Juzgados de Paz. Desde que soy gerente la inversión y la dotación en equipos es constante.