El Ayuntamiento de Albacete cerró el mes de septiembre con más de medio millar (517) de expedientes medioambientales incoados. Una cifra inferior a la del mismo periodo del pasado año, cuando se tramitaron 742 expedientes, lo que supone un descenso del 30%.
Se trata de expedientes que vienen dados por los incumplimientos de la ciudadanía en materia medioambiental y cívica. Se interpusieron sanciones por miccionar en la vía pública, contaminación acústica, vertidos, residuos sólidos, practicar botellón en la calle o relacionadas con la tenencia de animales, entre otras. El mes con más expedientes incoados fue febrero (154) y en el que se contabilizaron menos agosto (uno).
La acción más sancionada haciendo cumplir la Ordenanza reguladora de los espacios públicos de Albacete para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana y el civismo (Ordenanza Cívica), según datos del Servicio Municipal de Medio Ambiente del Consistorio de la capital albacetense, volvió a ser la relacionada con la contaminación acústica. El Ayuntamiento de Albacete tramitó un total de 196 sanciones por contaminación acústica de enero a septiembre, 170 por ruidos transmitidos por particulares entre las 22 horas y las ocho de la mañana y otros 10 por molestias a terceros también entre particulares. Las restantes (16) tuvieron que ver con ruidos transmitidos por actividades. Y es que cada vez se sanciona más a personas que causan molestias por ruido, sobre todo, tras la pandemia, según se desprende de los datos ofrecidos por el Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Albacete.
Respecto a las sanciones impuestas a locales comerciales o de hostelería, mantener las puertas abiertas supuso seis multas. Asimismo, hubo tres sanciones por actuaciones musicales en las que los propietarios de locales no contaban con licencia, cuatro por superar el horario de cierre, cuatro por la venta de alcohol a partir de las 22 horas, dos por venta de alcohol a menores, una por superar el aforo y dos por olores o molestias a terceros.
Hace un tiempo, la conducta incívica con más multas era miccionar en la vía pública, pero se enlazan ya varios meses en los que los problemas por ruido están más controlados y se tramitan más expedientes sancionadores.
En concreto, se interpusieron 181 denuncias a ciudadanos que decidieron orinar en la vía pública en los primeros nueve meses del año. Y es que las personas que toman la decisión de miccionar en la calle están contraviniendo lo establecido en el artículo 13.6 de la Ordenanza Cívica, siendo la multa por esta infracción de 121 a 1.500 euros.
Asimismo, los propietarios de animales que no recogen los excrementos de sus mascotas o no limpian con agua y vinagre las micciones de sus animales también fueron expedientados entre enero y septiembre de este año, aunque no fueron las únicas causas por las que les sancionaron, pues también las hubo por llevar a los animales sueltos o sin bozal en algunos casos determinados. En concreto, se contabilizaron 45 sanciones, seis de ellas a dueños de perros considerados potencialmente peligrosos.
Otra práctica que conlleva multa tiene que ver con tirar la basura a los contenedores fuera del horario establecido. Aunque es difícil pillar al ciudadano in fraganti, a veces, los agentes municipales lo consiguen. En lo que llevamos de año, se contabilizaron 21 multas por depositar residuos sólidos urbanos, en su mayoría, en los cuatro primeros meses del año, donde se registraron 20 de las sanciones.
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