Entre la Constitución y la Inmaculada a veces se pasa por alto que el 5 de diciembre es el Día Internacional del Voluntario. La Plataforma de Voluntariado de Castilla-La Mancha lo ha celebrado por primera vez, puesto que se creó hace un año, y lo ha hecho con un foro en el que han planteado retos y soluciones para que las entidades sociales de la región puedan seguir contando con personas que colaboren, que echen una mano.
En la región hay 140.000 voluntarios, dato que aportó la presidenta de la Plataforma, María del Carmen Palomares. Explicó que esta Plataforma se creó precisamente para "impulsar y cohesionar el movimiento social del voluntariado en Castilla-La Mancha" y que en su primer año de vida ya ha dado para mucho. "Ha sido un año de muchísima ilusión, mucho trabajo, mucho esfuerzo, de estatutos, de registros, de participación y sobre todo de mucha colaboración", señaló, "de conocernos y empezar a colaborar como plataforma". En la Plataforma hay integradas entidades como ONCE, Cruz Roja, Plena Inclusión, el Teléfono de la Esperanza, Movimiento por la Paz o los Scouts de Castilla-La Mancha, entre otros.
El presidente de la Mesa del Tercer Sector, José Antonio Romero, contó que en Castilla-La Mancha la mayoría de los voluntarios son mujeres y que notan un descenso en el número conforme se va bajando en rangos de edad. "Por ejemplo, el movimiento asociativo juvenil está en un momento crítico y complicado", comentó. Cree que se puede deber a que con la situación socioeconómica tan complicada que tienen, los jóvenes ponen sus prioridades en formarse y buscar trabajo y no dedican su tiempo al voluntariado. Apuesta por "fomentar la cultura de la participación, tanto en la escuela, instituto o universidad". También cree que es clave que también se fomente desde el seno de las familias.
Otro 'caladero' de interés para el voluntariado lo encuentra en las empresas. Es más, Romero contó que algo ya ha dejado caer al presidente de la patronal regional Cecam. "Hay gente en el tejido empresarial que puede aportar mucho a nivel de voluntariado", expone. Aclara que no se refiere tanto al voluntariado corporativo "para quedar bien", sino más bien al capital humano que tienen estas empresas y que pueden aportar mucho a las entidades sociales.
Por parte de la Plataforma de Voluntariado de España intervino María José Sánchez Lorenzo, que explicó cómo las nuevas tecnologías están ayudando. Desde la Plataforma estatal presentaron un proyecto que se ha financiado con fondos europeos para la digitalización del voluntariado. Señaló que la digitalización abarca "todo el ciclo de gestión de personas voluntarias, empezando desde captar la atención de personas que pueden y quieren ser voluntarias, hacer el proceso de selección, para que se asignen a las personas idóneas los proyectos más apropiados, hasta el punto de que se finalice el fin de la actividad voluntaria". Contó que con esta formación han querido incidir más en las entidades medianas o pequeñas, que cuentan con menos recursos, y también en las zonas rurales.