El Fundación Globalcaja La Roda adelantó su particular resurrección con un partido que comenzó en insuficiente y terminó en matrícula de honor gracias a una excepcional segunda parte. Lo hizo, además, con el valor añadido que supone doblegar en casa a un rival directo por escapar de las plazas calientes de la clasificación. No fue sencillo tumbar a un Lobe Huesca La Magia que llegó con una condición de favorito que ejerció durante buena parte del encuentro, gozando incluso de varias opciones de romper el encuentro que salvó in extremis el equipo albaceteño, que dejó a su rival sin encestar en jugada en el último cuarto, en el que el cuadro oscense únicamente anotó seis tiros libres.
De inicio, La Roda se apoyó en la versatilidad y el buen juego en el poste bajo de Mukendi para lograr una ventaja inicial que muy pronto deshizo el conjunto oscense gracias a su notable conexión en la pintura. Un punto de inflexión en el que se acumularon los problemas para la formación dirigida por Antonio Moya tras ver como Chapero y Bastante se aliaron para doblar en el tanteador después de un parcial 0-12 que puso sobre aviso de los peligros del cuadro peñista (7-15, min. 7). Fue el momento elegido para frenar el cronómetro y cortar la sangría antes de la llegada de un segundo cuarto en el que los jugadores del equipo rodense entraron con mejor cara.
Una buena imagen que no duró demasiado porque los dos entrenadores firmaron un pacto tácito para bajar las revoluciones de una contienda en la que pronto volvió a escaparse el Lobe Huesca en otra sucesión de buenos ataques que frenó Corraliza con una bandeja en la que extrajo dos puntos y un tiro libre (32-38, min. 17). Una interrupción que no alteró la velocidad de crucero impuesta por La Magia, que a esas alturas de partido ya había detectado alguna de las graves costuras que sufre el conjunto albaceteño.
Fue después del descanso cuando comenzaron los mejores minutos en un Globalcaja rebosante de dinamismo y que pivotó sobre el buen momento de Corraliza. El base cordobés se multiplicó para ayudar en las dos canastas y dirigir una orquesta que firmó las tablas gracias a un triple libre de marca a cargo de Paco del Águila (54-54, min. 27). Desde ahí se comenzó a fraguar la victoria de la escuadra de Moya. Poco a poco comenzó a ganar decibelios una grada que empezó a creer en la victoria, al mismo tiempo que a la fiesta se sumaban Bilalovic, Unanue y, por encima de todos, un colosal Javi Lucas, que se asomó al doble doble con 16 puntos y 9 rebotes. El veterano pívot se adueñó del encuentro para dibujar un parcial de 13-0 que rompió por completo los esquemas de Rafa Sanz.
Del resto se encargó un engranaje defensivo perfecto que ahogó la circulación del balón de la escuadra oscense, obligando a lanzamientos muy forzados cuyo rebote casi siempre cayó en las manos de los jugadores de La Roda. El Lobe Huesca no pudo anotar ni una sola canasta en tiro de campo en los últimos diez minutos. Defensa, ideas claras y mucha energía dieron un triunfo vital al conjunto de Moya en una cita crucial.