El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, propuso ayer que las autorizaciones para la plantación de viñedos se prorroguen como mínimo hasta el año 2024 con el fin de  limitar la expansión de los cultivos. Éste fue uno de los planteamientos que defendió el titular de Agricultura en el Consejo de Ministros de Agricultura en Luxemburgo, donde también defendió que el greening o pago verde se calcule a nivel de explotación y no a nivel nacional.

«Es necesario combinar el cálculo con un modelo de regionalización, donde se tenga en cuenta las características agronómicas y los niveles económicos de ayuda, de tal manera que con un número importante de comarcas, también se flexibilice la convergencia interna», afirmó.

También en materia de reverdecimiento, el ministro explicó que se está negociando que los cultivos permanentes sean considerados aptos para recibir las ayudas de greening sin ningún otro requisito, «lo que situaría a los olivares, los viñedos, los cítricos y las hortalizas como superficies exentas de requisitos adicionales».

Arias Cañete también subrayó la disposición de España a alcanzar un acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) siempre que sea beneficioso para los agricultores españoles y permita que los diferentes cultivos sigan percibiendo unos niveles similares de apoyo a los actuales y no haya flujos financieros significativos entre territorios. No obstante, reconoció que los problemas básicos se encuentran ahora en cerrar el modelo de convergencia interna