Tras varias jornadas de intenso ajetreo mediático, después de presentar, acompañado del exprimer ministro británico Tony Blair, El dilema. 600 días vértigo, un libro que -como el mismo aclara- no es de memorias, sino para explicar «una crisis inédita», la que comenzó en 2007 y que él negó hasta mayo de 2010, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer que no improvisó durante su mandato y descartó «pedir perdón» por su gestión en este período, ya que, a su entender, esa expresión «no entra en el vocabulario de las responsabilidades políticas».
En una entrevista concedida a un medio de comunicación nacional con motivo de la presentación de su obra, el exlíder repasó su etapa al frente del Ejecutivo nacional, sobre todo la correspondiente a los últimos años de la misma, cuando tuvo que afrontar la crisis económica que llevó a España a una situación complicada.
Así, Zapatero explicó que a todos los líderes del llamado G-20 «se les acusaba de improvisar» en esos momentos de la Historia más reciente, pero que ésta se trataba de una crítica errónea porque «era la crisis la que improvisaba por nosotros y no al revés».
«Estábamos ante una situación inédita para nuestras generaciones, que se lleva por delante todos los bancos de inversión norteamericanos y buena parte de europeos», apostilló.
Además, calificó este período concreto como «la peor crisis que un presidente puede tener durante su mandato», si bien no ha considerado nunca necesario pedir perdón por su gestión.
«La palabra perdón no entra en el vocabulario de las responsabilidades políticas. Sí entra, en cambio, el intentar tener un juicio ponderado. Me han preguntado varias veces: ¿Usted se considera el peor presidente? Bueno, esto es muy opinable», señaló.
Del mismo modo, el exdirigente detalló cómo el por entonces máximo responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss Kahn le instó en su despacho a pedir un rescate para el país.
Sin embargo, entre los motivos para no anunciar dicha propuesta a la ciudadanía, Zapatero desveló que la prima de riesgo «podría elevarse 100 puntos básicos en tan solo 15 segundos», por lo que se optó por mantenerla en secreto y continuar con los planteamientos ya establecidos por el Gobierno.
MEMORIAS MUY DISTINTAS. Asimismo, al ser preguntado sobre el documento que el exministro de Economía Pedro Solbes asegura que le envió en enero de 2008, Zapatero rechazó «polemizar». «No quiero polemizar con él, ni con nadie que haya estado en mi equipo. Solo diré que tenemos memorias muy distintas de las fechas y de los papeles», aseveró.
En cuanto a los modelos de actuación de las cajas de ahorros en los últimos años, manifestó que nunca había estado en su «proceso de reflexión» este asunto, porque el Ejecutivo no decidía quién gestionaba o presidía una entidad financiera. En esta misma línea, también negó colaborar en el nombramiento de Rodrigo Rato como presidente de Caja Madrid.
Por último, Zapatero defendió al actual secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su labor al frente de la formación. «Nadie duda de sus cualidades políticas y cuando tenía la iniciativa era muy consciente de cuál era el sentimiento mayoritario del partido y, sin duda, era favorable a Rubalcaba», concluyó.