Las asociaciones de familias de acogida han creado la plataforma Acogedores.org para informar, acompañar y ayudar a todos los interesados

En un mundo donde la mayoría de las noticias son tragedias, las historias de acogimiento familiar emergen, no solo como relatos de solidaridad, sino como crónicas llenas de coraje, reparación y esperanza.

"Recibir a una persona en tu casa con el fin de tenerla como invitada, ayudarla o protegerla", esta es la definición de "acoger" en el diccionario. Sin embargo, cuando este verbo va a acompañado de la palabra "familia", adquiere una nueva dimensión. El acogimiento familiar es una medida que toma la administración para proteger a niños, niñas y adolescentes que, por muy diferentes razones, no pueden ser cuidados por sus padres. Según los últimos datos disponibles en el boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia y la adolescencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en Castilla la Mancha había a 31 de diciembre de 2022 , 1.082 menores de entre 0 y 18 años en esta situación de desamparo, de los que 447 vivían en residencias infantiles y 635 en una familia de acogida.

El poder transformador del acogimiento familiar

¿Y quiénes son estas familias de acogida? Se trata de personas, que han abierto la puerta de su casa y de su corazón a estos niños y niñas ofreciéndoles, no solo techo y comida, sino también el calor humano y la estabilidad emocional que han anhelado durante tanto tiempo por haber conocido la adversidad desde una edad muy temprana.

"En el acogimiento se forjan vínculos que se construyen sobre la base sólida de la comprensión, la paciencia y, sobre todo, el amor incondicional", afirma Dioni Segovia, madre de acogida y presidenta de ASOFACAM, la asociación de familias de acogida de Castilla la Mancha. "Es junto a personas como nosotros, muy normales, que los pequeños encuentran la oportunidad de sanar heridas profundas, de descubrir su propio valor y potencial, liberándose de las sombras de un pasado marcado por la incertidumbre", subraya Dioni.

Sin duda, se trata de una gran aventura que no solo transforma las vidas de aquellos que son recibidos en un nuevo hogar, sino también las de quienes los acogen. "Al principio, fue desafiante, pero cada día ha sido una lección de amor y fortaleza", afirma Justo, padre de acogida. "Acoger a estos jóvenes ha ampliado nuestras definiciones de familia y amor".

Acto de presentación de la web de acogida familiar Acogedores.org en Toledo. - Foto: LT

Los que mejor describen el poder sanador del acogimiento familiar son sin lugar a duda, los chicos y chicas que, como Sara, han sido acogidos por una familia. Son relatos de segundas oportunidades, sobre la capacidad del amor incondicional para romper las cadenas del pasado y construir puentes hacia un futuro más luminoso. "He tenido mucha suerte. Me han ayudado a ver la vida de otra manera, sin miedo", relata Sara, adolescente acogida, en el vídeo que acompaña esta noticia.

Esta es la mejor muestra de que cuando estos pequeños son acogidos, las cicatrices del pasado pueden transformarse en historias de resiliencia y esperanza.

Más información en www.acogedores.org