Adriana Ozores visitó la Filmoteca de Albacete, acompañada por el periodista Juan Luis Álvarez, para inaugurar un ciclo dedicado a su trabajo cinematográfico. Además, tras la proyección de Los pequeños amores, compartió sus impresiones de la película con el publico. La actriz comentó La Tribuna de Albacete distintos aspectos de interés sobre este filme y su carrera.
Pertenece a una de las sagas artísticas más prestigiosas de nuestro país. ¿Ayudó en el inicio de su carrera o fue un obstáculo?
Pues fifty fifty. La verdad es que es un gusto, porque a mí me han recibido, toda la vida, allí donde he ido con una sonrisa, sabiendo de dónde venía, entonces, eso me ha abierto muchas puertas, pero también es cierto que además yo elegí un camino distinto al que había elegido mi familia, hacer otro tipo de cine y teatro. También ha pesado mucho.
Comenzó en el cine con su tío Mariano. ¿Cómo recuerda esa época?
Con muchísimo cariño, porque es una persona tan inteligente, tan bueno, era muy fácil rodar con él. Lo hacía bonito y la gente adoraba poder trabajar con él, porque era magnífico.
Decidió cambiar, hacer teatro con Adolfo Marsillach.
Efectivamente, vi una Bernarda Alba y pensé que quería trabajar así, entonces, me hicieron una entrevista para entrar en la Escuela de Layton y estuve muchos años.
¿Muy distinto al teatro que se hace ahora?
No. Por ejemplo, ahora la Compañía Nacional de Teatro Clásico sigue funcionando muy bien, sigue llenando el teatro. Se renuevan los textos y se hacen cosas muy interesantes.
Luego, tenemos la televisión, aunque ya había hecho muchas series, esos Hombres de Paco, parece que fue algo distinto.
Es que la serie en sí fue una maravilla. Lo pasamos bien, nos hicimos todos amigos. Sin duda, Los hombres de Paco fue un acontecimiento en España y lo sigue siendo todavía hoy, me paran por la calle gente muy joven por esa serie, la siguen reponiendo. Tiene unos guiones buenísimos y unos actores, unos cómicos que te puedes morir, divinos. Unos compañeros buenísimos.
Hizo otro clásico contemporáneo, como fue Manolito gafotas, con otro gran papel.
Sobre todo la película de Miguel Albaladejo con guión de Elvira. Cuando se hace comedia costumbrista, inteligente, es un éxito.
Cambia también de registro en La hora de los valientes, con la que ganó un Goya.
Exacto, empecé también a hacer otro tipo de cine.
Dramático, ¿como en Plenilunio, por ejemplo?
Plenilunio es una película de Imanol Uribe y detrás está la novela de Antonio Muñoz Molina, que es maravillosa y Uribe lo hizo muy bien. Mi papel era de maestra, con Miguel Ángel Solá. Fue muy duro rodar con ocho bajo cero, pero muy bonita la ciudad y ese personaje, que fue un regalo.
Presentó una de sus últimas películas, Los pequeños amores.
Sí, es una película que habla de los sentimientos menos explosivos, pero no menos intensos. En este caso seguramente llegue a ser una trilogía, por ahora son dos películas de Celia Rico. Habla de la relación entre madre e hija. Me gusta muchísimo la película y su directora, ha sido un placer trabajar con ella, porque mi compañera, María Vázquez, es una actriz como la copa de un pino. Es un tipo de cine muy bonito de hacer, tiene algo seco, en el sentido de que no hay nada de adorno, es todo muy verdadero.
Tiene otra serie en pantalla.
Sí para Disney, otra serie que ya se está emitiendo, dirigida por Javier Fresser, que se llama Custodia repartida. Trabaja una actriz de Albacete, Aten Soria, maravillosa. Es una serie que habla de lo que sucede cuando una pareja con hijos se separa.
Ahora son muy importantes, las series y las plataformas.
Bueno, no es que ahora las plataformas son muy importantes, es lo que hay. De alguna manera, lo hablaba con mi compañero Juan Luis, la gente ya no va al cine, porque las cosas han cambiado, pero se consume muchísima ficción, de otra manera, y la televisión nos está dando lo que queremos, lo que no quiere decir que no funcione el directo, pero no como estábamos acostumbrados.
¿Qué planes tiene?
Por ahora una película que rodaré este verano, con Ángeles González- Sinde, que dirige, con Darío Grandinetti y Christina Rosenvinge.