Nefrología hace el seguimiento de 500 trasplantados de riñón

Josechu Guillamón
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Unos 200 pacientes reciben tratamiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal en los dos centros existentes en la capital

Imagen de una persona en el servicio de hemodiálisis del Hospital General. - Foto: R. S.

Ayer se celebró el Día Mundial del Riñón, un órgano que da problemas a muchos albacetenses, de hecho alrededor de 700 se encuentran en tratamiento sustitutivo renal. Así lo explicaban a La Tribuna de Albacete las jefas de Nefrología del Complejo Hospitalario de Albacete, Inmaculada Lorenzo y Esperanza López. «En la provincia de Albacete tenemos unos 175 pacientes en hemodiálisis, 35 en diálisis peritoneal y casi 500 pacientes que seguimos en la consulta de trasplante renal. En total tenemos unos 700 en enfermedad renal terminal, en tratamiento sustitutivo renal, entre hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante, que son pacientes que ya no tienen sus riñones nativos funcionantes».

A estos pacientes graves hay que añadir todas las personas que pasan por consulta con situaciones menos problemáticas.

Esperanza López señalaba además que cada vez hay más personas con problemas renales. «Al ser la población más añosa y con más factores de riesgo es también mayor el número de pacientes que alcanzan la insuficiencia renal, tanto la terminal, como los estadíos precoces, que es también una de las epidemias actuales porque es muy creciente la cantidad de pacientes que aunque no lleguen a la enfermedad renal terminal, porque fallecen antes por otros motivos, padecen enfermedades renales».

Por su parte, Inmaculada Lorenzo añadía hay varios factores para que aumente la población con problemas renales. «Está envejeciendo la población y eso aumenta los factores de riesgo, como la obesidad, la diabetes,  la enfermedad cardiovascular, la hipertensión arterial, todo eso son factores de riesgo, de desarrollo de insuficiencia renal y todo eso está aumentando en la población, con lo que aumenta la incidencia en la población en general».

En este sentido, Esperanza López apuntaba que «se estima que, para el 2050 la insuficiencia renal se encuentre entre las tres primeras causas de mortalidad».

Aunque no hay un perfil concreto de los pacientes renales, lo cierto es que hay más enfermos entre las personas de más edad, como señalan las nefrólogas. «La enfermedad afecta a todos los grupos de edad, pero si que el grueso más grande de pacientes, que tienen enfermedad renal crónica son pacientes más añosos y con mayores factores de riesgo vascular, aunque hay pacientes que se pueden ver afectados por enfermedades genéticas, enfermedades del sistema autoinmune, enfermedades secundarias por la toxicidad por fármacos. Hay otras muchas etiologías, pero el grueso más importante de pacientes que desarrollan insuficiencia renal crónica son personas con riesgo cardiovascular y ancianos».

Enfermedad oculta. Desde la  Asociación Contra las Enfermedades Renales (Alcer), que tuvo que suspender ayer su mesa informativa por culpa de la lluvia, su presidente, Antonio Escribano, recordaba que hay muchos pacientes sin diagnosticar. «Es una enfermedad silenciosa, que no da síntomas, hasta que ya está en un grado bastante avanzado de gravedad, incluso personas que llegan con síntomas de una situación grave, a veces pasan desapercibidos».

En este sentido, Inmaculada Lorenzo manifestaba que «la enfermedad renal oculta existe, probablemente porque el cribaje no ha llegado al 100% de la población y a partir de los 60 años todos los pacientes deberían tener como mínimo un estudio de orina para valorar si tienen pérdida de albúmina por la orina, que es uno de los marcadores de insuficiencia renal precoz, y con eso el cribado se ampliaría de forma importante y se podría empezar también a hacer tratamientos preventivos, que es de lo que se trata».

Antonio Escribano señalaba que los pacientes de enfermedades derivadas de problemas en los riñones se enfrentan a muchos problemas. «Los problemas pueden ser primero una fatiga crónica, porque no se genera  eritropoyetina, no se generan hematíes. La tensión arterial  es elevada, con lo que el riesgo de enfermedades cardiacas se incrementa. Hay problemas de piernas inquietas, por falta de hierro, lo que dificulta mucho dormir, por la situación de tensión por el movimiento continuo de piernas».

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