Está ubicado a escasos metros del casco urbano, junto al camino de Valdenganga, y constituye uno de los edificios más emblemáticos de este municipio de La Manchuela. Muchas han sido las generaciones de mahoreños que han crecido, vivido y jugado bajo la sombra del Convento de la Concepción del que hoy por hoy sólo queda la ermita del mismo, y además, en estado ruinoso. Fue en 1611 cuando un grupo de religiosos de la orden de los Franciscanos Descalzos, a petición del pueblo y del marqués de Villena, tomaron posesión de esta ermita bajo la misma advocación que existía en las inmediaciones.
Con el paso de los años, y gracias a donaciones de todo tipo y al esfuerzo de los propios frailes, la ermita se fue ampliando con nuevas dependencias hasta que llegó ese momento, a finales del siglo XIX, en que la comunidad franciscana, que llegó a tener 25 miembros, se fue. De la ampliación no queda nada, salvo algún trozo aislado de un muro, y de la ermita, registrada como monumento del patrimonio histórico, sólo quedan sus ruinas.
En un par de semanas está previsto que finalicen las labores de consolidación de los muros que comenzaron hace unos meses, primero con la limpieza y después con la colocación de piedra natural, una a una, y, además, unidas con argamasa de tono similar a la original. Y es que la idea es que las ruinas perduren en el tiempo y además, sean una ruinas seguras y visitables pues como comenta el primer edil, Antonio Martínez, no podemos olvidar que estamos ante un lugar que fue toda una referencia en su época y que sigue siendo parte viva de la historia de Mahora, además de una zona de paseo habitual.
Este año han sido 10 los alumnos de un taller de empleo municipal concedido por la Junta los que se han involucrado durante seis meses en este menester y el pasado año fueron otros 10 de otro taller de empleo los que se encargaron también durante seis meses de consolidar pero la parte baja de los muros, en concreto, hasta una altura de dos metros y medio. Ahora, se ha tocado la parte alta y, entre otras cosas, se han repuesto también dos cubiertas laterales, pero todavía queda mucho por hacer, pues únicamente se han ejecutado dos de las tres fases en las que se divide el proyecto de acometida en este emblemático edificio. La que queda es la tercera y última fase, la cual se centrarán en la techumbre, fundamentalmente en la reconstrucción de la cubierta, según comenta el monitor del taller, Bernardo Delicado. No obstante, hablar de la cubierta, tal y como recuerda Delicado a continuación, es hacerlo igualmente de una especie de ave protegida, del cernícalo primilla que ha hecho de esta ermita uno de los lugares en donde anida desde marzo a julio. Son 17 las parejas reproductoras que allí crían por lo que no sólo cualquier acción debe pasar por la Consejería de Medio Ambiente sino que, visto lo visto, igualmente ya se ha habilitado algún que otro hueco que hay en la cubierta para nido y así tengan más espacio.
Para el desarrollo del taller correspondiente a este año, el Ayuntamiento ha contado con una subvención ligeramente superior a los 91.000 euros procedentes de los fondos sociales europeos, además de otros 6.000 euros que ha aportado el Consistorio.
Con este dinero se ha contratado a los 10 alumnos, los cuales han percibido durante este medio año un salario equivalente al mínimo interprofesional, y se han pagado los materiales necesarios. Son seis meses en los que igualmente no sólo se habrán formado como se ha mencionado anteriormente en la especialidad de colocación de piedra natural, sino que igualmente habrán reforzado este aprendizaje con su práctica y rehabilitando algo muy suyo. Al frente de la actividad hay un monitor y una directora, también ambos contratados por el Consistorio. El monitor es Bernardo Delicado y la directora es María José García.
Los últimos 10 alumnos del taller de empleo, ‘El convento III’, son cinco hombres y cinco mujeres, con una edad media de 40 años. Todos ellos son vecinos de Mahora y están en el paro. Y es que, como recuerda la directora, María José García, el fin de este tipo de iniciativas no es otro que fomentar su inserción laboral.