El guitarra y compositor comentó a 'La Tribuna de Albacete' distintos aspectos de interés sobre su nuevo álbum. 

Regresa a una tierra con la que tiene especial afinidad.

Totalmente, voy casi todos los años. Hacía tiempo que no tocaba en la sala Clandestino, porque las últimas veces que hemos ido ha sido al Auditorio o a la Feria. Ahora volvemos a una sala de rock, nuestro medio natural. 

¿Por qué Twanguero?

Bueno, Twanguero viene de twang, que es cuando una cuerda vibra. Es un juego de palabras, como el que hace vibrar las cuerdas. 

Llega con su séptimo disco, 'Panamérica'.

La verdad es que he perdido la cuenta de cuantos discos llevo publicados, pero es el último disco que he hecho en Estados Unidos, que se llama Panamérica, que es un disco que representa bastante bien el mapa musical de donde vivo, Los Ángeles, con esa fusión de estilos, sobre todo por la gran comunidad latina que hay. Tengo acceso a la cumbia, a la ranchera, siempre mezclado con la guitarra eléctrica, que es mi pasión, por supuesto el rock.  

¿Tiene mucho que decir la producción?

En realidad, los protagonistas en este álbum son los músicos que han colaborado, que trae cada uno su idiosincrasia. Hay músicos norteamericanos y sudamericanos. Creo que los protagonistas serían los músicos y las canciones las compuse pensando un poco en quién iba tocar, en darle ese protagonismo a los que me acompañan. Panamérica lo veo como un esfuerzo colectivo, en el cual nos hemos dedicado a juntarnos en mi estudio de Los Ángeles, hablar, ensayar, tocar, parar para comer, haciendo homenaje a la celebración de la música que es colectiva. Más que al proceso de producción, le he dado importancia al equipo humano del álbum.  

En estos tiempos de música enlatada, el protagonismo es de instrumentos y músicos. 

Mira, justo hace un mes estuve en Nueva York tocando en un festival, LAMC, como el más importante de la música latina en el mundo. La verdad es que aluciné, porque el 95 por ciento de los artistas llevaban pistas grabadas. Llegué yo, con mi guitarra y es como si llegara un marciano. Me preguntaban por las pistas grabadas, bueno, yo no he tocado en mi vida con pistas grabadas, les decía. Creo que somos bichos raros, todavía sabemos afinar una guitarra y la podemos tocar. No sé si el futuro nos salvará, pero vamos quedando pocos los que realmente tocamos cuando subimos al escenario. 

Con una eléctrica, con todo ese legado tan importante de tantos años de música para construir. 

Claro, eso yo lo aprendí en el Conservatorio, el amor al instrumento y esa inquietud por seguir avanzando. Tampoco quiero decir que soy de la vieja escuela, antiguo. Creo que es una artesanía conocer el instrumento y yo me he dedicado a viajar para ver cómo se tocaba la guitarra en todo el mundo y a estudiar la música como una especie de ejercicio antropológico. No sé si las nuevas generaciones tendrán paciencia para sentarse a estudiar, va todo tan rápido. 

¿Cómo va la gira?

Empece hace un par se semanas porque fuimos a tocar a Georgia y Nashville, con la presentación oficial del disco y, además, nos cogió el huracán, pero bueno, pudimos subirnos al escenario y fue un gran arranque. Hicimos el primer concierto en España en León y tenemos  bastantes ciudades en el país hasta mitad de febrero, luego Portugal y Bélgica. Hay bastante movimiento y estamos presentando el disco con la banda al completo. Uno siempre tiene la ilusión con este disco nuevo para ver cómo es la respuesta, para completar ese círculo que comienza cuando tienes las canciones solamente en la cabeza. 

¿Presentará 'Panamérica' al completo?

Sí, la verdad es que estamos renovando y estamos tocando Panamérica entero y es muy eléctrico. He decidido hacer un concierto eléctrico y concentrarme, en un formato más rock and roll, más comunión con el público.