Mientras la plataforma de afectados por el cierre de 360 Clinics y Artestética en la capital mantiene para hoy la celebración de una manifestación que partirá desde la calle Dionisio Guardiola y concluirá en la plaza del Altozano para «exigir justicia para los damnificados cuyos tratamientos estéticos y médicos han quedado interrumpidos, cuya cifra podría superar los 500», desde La Tribuna se ha comprobado que la clínica Artestética está cerrada al público.

Sin embargo, desde la dirección de este centro su propietaria, Amparo Moreno, insiste en que la clínica de momento mantiene su actividad interna y que todos los pacientes con tratamientos médicos y, por tanto, de salud están recibiendo atención, aunque adelantan que «nuestra intención es cerrar, pero no sin antes terminar de darle servicio a nuestros clientes».

El movimiento ciudadano surgido de estos cierres y la suspensión de tratamientos ha generado ya un  número importante de denuncias en Consumo, que podrían materializarse en las próximas semanas en una denuncia por la vía judicial.

Asegura Moreno que todas las pacientes con un balón gástrico van a ser atendidas y se está contactando con ellas para darle continuidad a sus tratamientos de pérdida de peso. «La semana pasada se quitó uno de estos dispositivos en un centro sanitario de la ciudad e ,igualmente, mañana se le retirará a otra afectada», agregó Moreno, que, no obstante, dijo entender el malestar y «el miedo» que se ha generado entre las personas afectadas «por todo lo que se ha removido y entiendo que reclamen».

Desde la dirección de este centro médico estético justifican el cierre al público de la clínica en el «reajuste de empresa» que han tenido que acometer, «como le ha  pasado a media España».

Por otro lado, los servicios jurídicos de esta empresa estudian la forma de dar continuidad a los tratamientos de láser de  las personas afectadas por el cierre de 360 Clinics (que está en concurso de acreedores) y aseguran que «por motivos ajenos a la dirección se han producido retrasos en la prestación del servicio  de depilación por lo que reconocemos los inconvenientes y el malestar generado». Ruegan mantener la calma y apelan a la confianza depositada en 23 años por los pacientes.