Luis Lozano Garay presenta en la Casa de Cultura José Saramago de la capital su exposición La teoría del color, donde el artista imparte una auténtica lección de pintura, de arte.

Inauguró esta muestra en su casa, la sede de la Universidad Popular, «donde he estado trabajando hasta ahora, durante muchos años, hasta hace tres meses».

Así, destacó, «quería hacer una exposición, que se llama La teoría del color y realmente es como una clase didáctica, que desarrollo en 288 obras del mismo tamaño, A-4. Van divididas éstas en seis, que serían como 48 obras en realidad, que las repito seis veces, pero ahí, lo que voy haciendo son armonías con el  color, y utilizo los primarios y secundarios. Si los fondos van en naranja, trabajo con el complementario, el azul, que utilizo para las caras, por ejemplo. Si el fondo es violeta, pues utilizo amarillo».

«Es más, como me comentaba un compañero cuando la estaba montando, que me decía que esto le iba a venir muy bien ahora para explicar a sus alumnos todo lo que es la teoría del color», dijo.

De una u otra forma, Luis Lozano Garay sigue impartiendo magisterio con su trabajo, más todavía con esta muestra que, como apuntó, que «surgió, como ocurre con estas cosas, trabajando, así van saliendo, porque a mí, la inspiración, me  viene trabajando, esto es así, no hay ni trampa ni cartón, esto es el producto del interés en lo que estás haciendo y voluntad, porque sientes que eso es lo que te gusta, con lo que disfrutas y lo que me hace vivir a mí».

Utiliza el artista en esta muestra técnica mixta sobre papel y «comienzo con el grafito y utilizo primero los incoloros y después uso ceras blandas, que me han gustado siempre mucho, incluso he mezclado acrílico con ceras».

Este trabajo reconoció el artista, «viene de la pandemia hasta ahora, porque todo lo que dibujé, que fue lo único que podía hacer en casa, y así nacieron esos dibujos basados en esculturas que tenía. Luego, en la otra mitad de la obra giré hacia las caras, incluso con mascarillas o pantallas, en lo que es un trabajo curioso. Puede parecer que  los dibujos son iguales, pero cambian y ves que no es lo mismo, en función del cambio del color, incluso se puede percibir un trasfondo existencial en este trabajo y creo que es una exposición muy curiosa, que invita a la reflexión, incluso, de lejos, tiene un punto pop, con un guiño al cómic, que me gusta mucho, en algunas caras».

Una muestra para que cualquiera pueda acercarse a esta lección magistral sobre el color y sus tratamientos, sobre la armonización. Si alguien quiere buscar un punto de comparación con la música, sería como hacer escalas y armonías. Es una exposición expresamente planteada y sobre todo, subrayó el artista, «de agradecimiento a la Universidad Popular y al Ayuntamiento por permitirme tener un trabajo con el que he podido desarrollarme y sacar adelante a mi familia». Además, el artista tiene importantes compromisos expositivos que llevarán su obra en breve, a Murcia, entre otras ciudades.