En el campo no hay años fáciles, todos son complicados, pero algunos se llevan la palma y 2023 fue uno de estos últimos y por mucha diferencia, según se refleja en el último balance anual de la Lonja Agropecuaria de La Mancha.
Este balance forma parte de la Memoria de Actividades desarrolladas por el Instituto Técnico Agronómico Provincial (ITAP), publicado esta misma semana por la institución, que a su vez depende de la Diputación Provincial de Albacete.
Los datos que aporta reflejan un comportamiento muy desigual de las principales mesas y grupos de productos, donde lo peor se lo llevan los herbáceos y la almendra. Por contra, el año acabó al alza para el ovino, la leche y los pistachos.
Cereales. Ni una sola categoría escapó de la marcada tendencia bajista. Por citar algunas producciones clave, la cebada estaba en enero por encima de los 280 euros/tonelada y terminó en el entorno de los 210.
En el trigo también hubo bajadas generales, algunas ellas realmente terroríficas, como la del trigo duro grupo uno que se desplomó, de los 422 euros la tonelada a algo más de 273 en un año.
La clave de estas bajadas estuvo en la entrada masiva de cereales desde los puertos y por carretera, en este caso desde Francia, lo que llevó a dejar los cereales sin cotización en Albacete varias semanas.
Leguminosas. En el caso de las leguminosas, la cara fue para la alfalfa y los forrajes, que experimentaron subidas debido a las dificultades que tenían los ganaderos para alimentar a sus animales tras pasar por una sequía y unas olas de calor que arrasaron con los pastos.
Así, la alfalfa rama campo (primera) pasó de 250 euros la tonelada a 292 entre enero y octubre y la de segunda, de 220 a 242. La paja empacada en bancal, por su parte, paso 110 a 120 en tres meses.
La cruz fue para el grupo de las leguminosas. El guisante bajó con fuerza, de 410 euros en enero a los 296. Los yeros algo menos, de 410 a 440 euros. La veza y las lentejas ni se movieron.
Ovino y leche. Los ocho primeros meses del año fueron muy complicados, a causa de las medidas extraordinarias impuestas por un brote de viruela ovina. Pasado el mes de agosto, la escasez de animales provocó una tendencia alcista inédita.
Todas las categorías de cordero subieron entre un euro y 1,5 euros entre enero y diciembre. Los máximos del año se alcanzaron en noviembre; el cordero de 10 kilos marcó el máximo, 6,92 euros el kilo.
La leche de oveja con DO pasó de 15,48 euros/hectogrado a casi 19; la leche sin DO, de 10,87 a casi 13 y la leche de cabra pasó de los 11,73 a los 12,78.
Almendra. El sector comenzó el año con esperanzas de tener una buena campaña, sobre todo tras varios ejercicios con fuertes heladas, pero ni una sola categoría se salvó de las fuertes bajadas de precios.
La comuna, que es el tipo de almendra predominante, empezó el año en 3,85 euros el kilo y lo acabó en 3,05. El panorama fue similar con las demás variedades, ni siquiera se libró la ecológica, que pasó de 6,19 a 5,25 euros.
Pistacho. El comportamiento del pistacho fue el opuesto. Por ejemplo, el pistacho abierto subió unos 50 céntimos de euro por kilo por término medio en todos los calibres.
El pistacho grano tipo Kerman de la cosecha 2023 se mantuvo en torno a los 14 euros y el tipo Larnaka, por los 15. La nota negativa la puso el ecológico, que subió pero no tanto como para marcar un diferencial de precio significativo.