Llevamos ya tres jornadas en las que, independientemente de las condiciones del ganado, los hombres de plata y de oro a caballo, no han bajado la guardia y han rayado a gran altura, como ya estamos acostumbrados en muchos festejos, ya que el nivel que atesoran las cuadrillas siempre está por encima de las condiciones de los toros o novillos. Que tiempos aquellos en que no había cuadrillas jóvenes, suficientemente preparadas para afrontar las dificultades que pudiesen acarrear la lidia de los animales bravos. Llevamos ya años en que, en muchas ocasiones, los miembros de las cuadrillas están suficientemente preparados para lucir con los bravos por muchas dificultades que plantearan, independientemente que los matadores fueran capaces de lucir con ese ganado.

Ayer, la novillada de López Gibaja tuvo novillos con mimbres para embestir y otros más complicados, pero lo que si está claro es que las cuadrillas solventaron los problemas con actitud y profesionalidad.

Y podemos empezar por el primero de la tarde, en el que David Adalid, lidió al novillo muy suave, sin molestar, aunque al animal le faltara transmisión en la faena de muleta, luciéndose Santi González en dos excelentes pares de banderillas. No tuvo que emplearse Agustín Moreno con el caballo, midiendo mucho al de Gibaja para dejarlo en condiciones de que diese buen juego en el último tercio. Con el cuarto, fue el turno en el caballo de Daniel López, que le aguantó la descompuesta embestida, metiéndole las cuerdas con rapidez y facilidad. En este caso, la lidia correspondió a Santi González que lo hizo con buen aire, suave y sin molestar al novillo, y ya se encargó David Adalid de formar un lío con los palos, debiendo salir a saludar tras dos pares muy poderosos y llegando con autoridad al novillo, estando aseado Rafi Goria en su par.

En menor cuantía, aunque correctos, estuvieron los de la cuadrilla de Alejandro Chicharro en el segundo de la tarde, con buena lidia de Raúl Ruiz y correcto tercio de banderillas a cargo de Juan Carlos Rey y Jesús Robledo. En el quinto, Agustín Collado cogió de lejos al novillo, metiendo las cuerdas con efectividad y prontitud, debiendo saludar cuando abandonaba el ruedo, destacando la lidia de Juan Carlos Rey y un buen par de Raúl Ruiz llegándole mucho.

Le costó a Antonio García picar al tercero de la tarde, un animal revoltoso que no se lo puso fácil, aunque aguantó sus arreones, saliéndose Javier Perea en el tercio de banderillas, y resultando cogido Víctor por intentar hacer las cosas bien. Con el que cerró plaza, lo midió muy bien Ricardo Romero, y volvimos a ver la excelencia en la lidia de Javier Perea, con un gran tercio de banderillas a cargo de caco Ramos y Víctor Martínez. 

Mañana tenemos las corridas de toros, todas seguidas, esperemos que los de plata nos vuelvan a brindar grandes lidias y tercios de banderillas excelentes.