El Albacete Balompié acaba con su calvario a domicilio

Francisco Rodríguez (ADG)
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0
Real Sporting de Gijón
2
Albacete Balompié
Finalizado
El conjunto manchego se reencuentra con la victoria lejos del Carlos Belmonte gracias a los goles de Morcillo y de Higinio desde el punto de penalti

Los jugadores del Albacete Balompié celebran la victoria sobre el césped de El Molinón. - Foto: Agencia LOF

El Albacete consiguió enlazar dos victorias consecutivas cuatro meses después tras ganar como visitante a un Sporting que se quedó con un jugador menos en el tramo inicial del partido. El cuadro albacetense, que aumenta su colchón con respecto a la zona de descenso hasta los ocho puntos y se sitúa a la misma distancia del playoff, supo manejar la tensión de un partido que vivió hasta tres expulsiones y una suspensión temporal por lanzamiento de objetos. El conjunto albacetense materializó el triunfo, con dos goles desde el punto de penalti, por mediación de Morcillo e Higinio. Alberto González resolvió las ausencias por sanción de Pacheco y Kofane de la manera más natural posible al reemplazarlos por Villar y Javi Martón respectivamente. A su vez, en el costado derecho ofensivo el técnico malacitano prefirió apostar por el poso de Fidel en detrimento del desparpajo de Pablo Sáenz.

El Albacete fue el primero en avisar. Juanma, a pesar de estar encimado por un defensor de gran envergadura como Maras, se hizo grande en el juego de espaldas para dar aire a sus compañeros y provocar una falta lateral en tres cuartas partes del campo rival. Fidel se encargó de enviar el esférico al área y el mencionado delantero sevillano se hizo gigante para imponerse en los últimos metros y cabecear cruzado sobre un palo derecho del que el balón estuvo cerca de impactar. Con esa primera ocasión las dudas se acrecentaron en el Sporting y el Albacete ganó confianza en su misión de asaltar El Molinón-Enrique Castro "Quini". Pepe atrajo la presión local y, una vez conseguido lo que buscaba, lanzó un envío largo hacia el desmarque en profundidad de Javi Martón. El punta navarro le ganó la espalda a un Róber que le derribó y acabó siendo sancionado en primera instancia con falta y tarjeta amarilla. Sin embargo, el cuadro albacetense al completo reclamó una posible expulsión al considerar al infractor como último hombre. El colegiado de la contienda, Muresan Muresan, fue llamado por la sala VOR y, tras revisar la jugada en el monitor, decidió expulsar al central coruñés y dejar al cuadro asturiano con un jugador menos con todavía 70 minutos por disputarse.

El Albacete se encontró con el favorable escenario de jugar en superioridad numérica para, por fin, conseguir ganar lejos del Carlos Belmonte. Sin embargo, enfrente se halló un competitivo Sporting de su ex entrenador, Rubén Albés, que con uno menos fue capaz de plantarse con muchos hombres en las proximidades del área rival. Esta coyuntura generó espacios que los pupilos de Alberto González no dudaron en atacar al contragolpe. En constante superioridad en la carrera, el cuadro manchego transitó de área a área hasta llegar a posición de finalización. Así, fue el hiperactivo Juanma el que tomó una buena última decisión, pero la ejecución de su disparo desde la frontal resultó mejorable al dirigirse de manera centrada a las manos de Rubén Yáñez.

Ya en el epílogo del primer acto el juego estaba claramente inclinado hacia la portería de la escuadra rojiblanca. A través de un dinamismo posicional en el último tercio de campo, el Albacete fue generando un mayor volumen ofensivo. Primero apareció Fidel por el carril interior para adentrarse en el área y ejecutar un disparo con altura que Rubén Yáñez desvió a saque de esquina con una notable manopla. En el siguiente ataque estático de los pupilos de Alberto González, Riki atacó el espacio entre central y lateral y dio un pase de la muerte que Agus Medina se quedó a escasos centímetros de empujar a gol. Quien sí perforó las redes a favor del Sporting fue Caicedo, pero, para alivio de los intereses del conjunto albacetense, el ecuatoriano remató el centro lateral en una posición antirreglamentaria.

En el último suspiro de un largo tiempo de añadido del primer acto, el Albacete disfrutó de la oportunidad más pintiparada de adelantarse en el marcador. Juanma, convertido en un auténtico tormento para la zaga del Sporting, se anticipó a Maras en el intento de remate sobre el centro de Agus Medina y el zaguero serbio le impactó en la rodilla. El colegiado de la contienda, tras cerciorarse de que Riki había perdido la ventaja inmediata, señaló penalti a favor del cuadro manchego, sin necesidad de ir a revisar la secuencia al monitor debido a su claridad. Morcillo se encargó de ejecutar la pena máxima de forma brillante, al ajustar el lanzamiento a la escuadra derecha, en un chut imposible para Rubén Yáñez.

El noveno gol de la temporada del jugador vizcaíno propició que el Albacete afrontase el segundo acto con más tranquilidad y con el ánimo intacto de seguir pescando en un río revuelto. Nada más regresar al césped, los pupilos de Alberto González disfrutaron de hasta tres ocasiones consecutivas de aumentar la ventaja en el marcador. Javi Martón se encontró en fuera de juego en todas ellas. También lo intentó Morcillo al contraataque, con un disparo final que no terminó de cerrarse para introducirse en la portería. Dicho plus en ataque vino derivado de que previamente el conjunto albaceteño había sido advertido por un viejo conocido como Duba, que, pese a verse forzado por la presión inmediata de Pablo Sáenz, obligó a Raúl a intervenir por primera vez en el encuentro.

Preso de su imprecisión en la toma de última decisión, el Albacete no supo finiquitar el partido y le tocó sufrir ante las acometidas del Sporting. Álvaro Rodríguez tuvo que bloquear de manera salvadora un disparo desde dentro del área por parte de Pablo García. A falta de cinco minutos para la conclusión del choque, el encuentro se le complicó al conjunto albacetense al sufrir la expulsión de Meléndez, tras cometer una durísima entrada sobre Nacho Martín. Sin embargo, en una acción en la que el revulsivo Higinio perseveró en su carrera, el jugador se anticipó a la salida de Rubén Yáñez y fue recompensado con un penalti tras una doble revisión del árbitro en el monitor. Con Campuzano defendiendo la meta local debido a la expulsión del portero, el murciano convirtió la pena máxima en el definitivo 0-2.

Aunque para eso, para que fuera definitivo, hubo que pasar por el trance de que el partido fuese momentáneamente suspendido por el lanzamiento de objetos en la celebración del gol. Unos minutos después, tras irse ambos equipos incluso a los vestuarios, se jugó el añadido, sin consecuencias hasta el triple silbatazo final.