A los dirigentes del separatismo vasco y catalán se les ha olvidado que ambos idiomas son españoles puesto que se hablan en territorio español. Los catalanes no han venido de América, ni de Asia, y los vascos tampoco. Si han nacido en territorio español y hablan catalán y eusquera será porque lo han aprendido en aquí.
Los políticos separatistas catalanes y vascos resudan racismo por los cuatro costados. Lo inventó Sabino Arana. La filosofía consiste en que es preferible que los emigrantes al País Vasco o a Cataluña sean extranjeros pero no castellano-hablantes porque eso perjudicaría su política de separación. Si en Cataluña todo el mundo habla catalán y castellano, mal para los separatistas. Si en el País Vasco se habla castellano y eusquera, mal para los separatistas. Por ello llevan una política de discriminación del castellano, y prefieren emigrantes rumanos, rusos, o magrebíes antes que un gallego, un andaluz, un extremeño, etc.
Sabino Arana se inspiró en los campeones del racismo, que terminaron como todos sabemos con «la raza aria» de los nazis y con el racismo norteamericano que desembocó en una organización denominada Ku Klux Klan. Arana dejó escritas palabras como éstas: «¿más será posible que un español entre en mi familia? ¿será posible que mi única hermana venga a ser mujer de un maketo? Si tal acontece ¡juro por la sangre de mi raza que he de largarme al fin del mundo, para no ver más a quienes así y por un plato de lentejas menosprecian a su raza y venden a su patria!».
Quiero unir ese pensamiento racista con el de otro racista catalán, Quim Torra, presidente de la Generalitat antes de Puigdemont. El tal Torra refiriéndose a los españoles dijo exactamente estas palabras: «Son bestias carroñeras, víboras, hienas con una tara en el ADN». Lo remachó el jesuítico Arzalluz, refiriéndose a la raza vasca, diciendo que se diferenciaban de los españoles porque tenían el RH negativo. ¿Flipante no?
No hay nada histórico ni antropológico que diferencie por razas un perímetro tan pequeño como Europa y mucho menos como España. Como mucho, en el norte son más rubios porque hay menos sol y cuanto más se baja de latitud hasta Gibraltar somos más morenos. Las razas necesitan muchos miles de años para diferenciarse unas de otras, y eso no ha ocurrido aquí. Les recordamos que todos procedemos de los íberos y de los celtas tal como también son los padres de los ingleses o franceses, según el mítico historiador Andre Maurois plasma en su famosa Historia de Inglaterra. Luego a la Península Ibérica llegaron los suevos, los vándalos y los alanos, y casi al tiempo los visigodos. Fueron estos últimos los que más población aportaron a la península, y recordemos que Alarico, el Rey Visigodo que los trajo, nació en el Delta del Danubio en el seno de una pequeña tribu al margen del mundo romano.
Pues bien, los insignes próceres vascos y catalanes quieren elevar el catalán y el vascuence a un distintivo racial, como si procedieran de una tribu distinta de los que poblaron España desde el año 2000 A.C. Luego Cataluña y vascongadas absorbieron a muchos emigrantes extremeños y andaluces. Hoy son casi la mitad de la población.
Hasta ahora nadie les ha denunciado por racistas, pero ya va siendo hora que pongamos negro sobre blanco en el papel.