La segunda novillada del ciclo albacetense tuvo el balance de una oreja cortada por Chicharro y la vuelta al ruedo para el quinto novillo, pero también dejó numerosos aspectos de interés en una intensa tarde, de largo metraje, pero con matices, que se puede resumir en un pañuelo azul en el palco y varios de bolsillo para enjugarse la terna las lágrimas. Jesús Moreno porque se fue de vacío con el mejor lote de la tarde entre que no terminó de romper en sus faenas y que estuvo desacertado con los aceros. Chicharro porque, aunque paseó una oreja, fue poco premio para el gran novillo que le correspondió en suerte, al que realizó una faena con un planteamiento que no fue el más acertado, sobre todo por su empeño en torear en la distancia corta. Francisco José Mazo, muy en novillero, porque tuvo la mala suerte de que le tocó el pero lote y ninguno de los buenos novillos de López Gibaja fue a parar a sus manos. Y el ganadero, porque el resultado de una oreja cortada, con los buenos primero y cuarto, el manejable segundo y el bravo quinto, debe saberle a poco.
Un noble y manejable novillo le correspondió a Jesús Moreno en primer lugar, quien dejó buenos lances de recibo a la verónica y un vistoso quite tras el paso del astado por el caballo, donde no se entregó. El pero del novillo lo vivió Moreno en los primeros compases de faena, que brindó al doctor Pascual González Masegosa, ya que doblándose en los primeros compases perdió las manos el de Gibaja. A partir de ahí, se sucedieron las series por ambos pitones, unas más ajustadas que otras y unas con más lucimiento que otras, siempre a media altura, porque cuando bajó la mano el novillo dobló. Alargó en exceso su labor, que fue desigual, rematada con manoletinas y, tras un pinchazo, dejó una estocada desprendida y atravesada, por lo que tuvo que descabellar en una ocasión. Palmas para el astado y ovación para el novillero.
El cuarto de la tarde apuntó buenas maneras de salida, repitiendo en el capote de Jesús Moreno y con más entrega en el caballo que sus compañeros. Y no defraudó en la muleta de un novillero que se fue a los medios para iniciar su faena con dos pases cambiados. Continuó toreando con la diestra y la faena subió de tono, cada vez más ajustado con un astado que tomó el engaño con franqueza tras el calamocheo inicial. Por el pitón izquierdo todavía fueron más francas las embestidas del novillo, con una primera serie de naturales templados y hondos, con menos conjunción y limpieza en la siguiente, por lo que desistió por un pitón por el que todavía le queda algo que decir al novillo. Volvió sobre el pitón derecho y la faena bajó de tono, más en la distancia corta y con varios circulares con menos calado. Pinchó dos veces antes de dejar una estocada trasera, el novillo fue despedido con palmas y el novillero dio una vuelta al ruedo que sabe a poco con el enemigo que tuvo enfrente.
Se movió de salida el segundo de la tarde, que repitió con codicia en el capote de un Chicharro que no llegó a estirarse. El inicio de faena también fue por bajo y en los primeros muletazos con la derecha el novillo no tuvo entrega y se defendió. Mejoró en siguientes series, más conjuntada su labor, más ajustado el novillero y con más ligazón en los pases, pero a partir de ahí el astado comenzó a quedarse más corto, también por el pitón izquierdo y la faena entró en un tono descendente que se mantuvo hasta que despachó al utrero con una estocada trasera. Hubo una mínima petición de oreja y todo quedó en una ovación para el diestro.
Se cumplió el dicho y no hubo quinto malo, con el que también quedó inédito con el capote Chicharro, antes de que el novillo tomase un puyazo en el que empujó y se desplazó con buen aire en banderillas. Inició la faena clavado de rodillas y en esa primera serie se vio la entrega y clase del novillo de López Gibaja, que continuó en siguientes tandas, donde el novillero ligó, pero con poca hondura, aunque Chicharro lo consideró suficiente como para reprochar al palco de la música que no tocase. No aportó argumentos para que lo hiciese, porque a partir de ese momento decidió acortar las distancias y ahogó las embestidas de un novillo que hubiese lucido más su bravura con mayor distancia. Además, estuvo deslucido en el toreo al natural, con enganchones de un toro que mantenía intacta su franqueza a la hora de embestir. Finalizó su labor con unas bernadinas y tres de pecho antes de dejar una estocada contraria y tendida que no fue suficiente y acertó con el descabello a la tercera, lo que no fue impedimiento para que se pidiese una oreja que paseó Chicharro, mientras que el novillo tuvo el premio de la vuelta al ruedo.
Con ganas. Muy dispuesto salió Mazo, quien recibió al novillo con una larga cambiada y dos verónicas antes de pararlo en los medios. El de Gibaja, que apenas se empleó en el caballo, fue complicado en banderillas y en el segundo par, Víctor Martínez fue prendido por la chaquetilla, aunque no le hirió. Tras colocar sus dos pares Perea, y con tres palos el novillo sobre el lomo, fue preciso un par más y Perea, en un gesto de compañerismo, arrebató de las manos los palos a un Víctor Martínez todavía dolorido. Buen gesto y ovación para el gran torero de plata albacetense. No mermaron las ganas de Mazo y comenzó la faena en los medios, con un pase cambiado, un derechazo y un pase de pecho en el que el toro doblo y quedó dañado, lo que hizo que, unido a su poca casta, cada vez se quedase más corto y fuese desarrollando peligro. Lejos de amedrentarse, Mazo estuvo en novillero, exponiendo en la cara del astado, pero muy firme y decidido. Tras un pinchazo, dejó una estocada contraria que fue suficiente y, aunque hubo petición de oreja, todo quedó en una vuelta al ruedo.
La esperanza de Mazo estaba en el sexto y decidido salió el novillero, que se llevó el primer contratiempo cuando fue prendido mientras toreaba a la verónica en el saludo inicial. Tras un paso por el caballo sin entrega y un tercio de banderillas en el que esperó, en los primeros muletazos se vinieron abajo las esperanzas del joven novillo, porque el astado, corto en su embestida y reponiendo a mitad de muletazo, por ambos pitones, fue desarrollando peligro. Pese a todo, Mazo lo intentó, más cerca de la cogida que del lucimiento. Y para colmo, estuvo poco certero con los aceros.
FICHA
Ganadería. Se lidiaron novillos de López Gibaja, bien presentados, nobles y de buen juego primero y cuarto, bravo el quinto, premiado con la vuelta al ruedo, de peor juego los otros tres, sobre todo tercero y sexto.
Jesús Moreno. Lila y oro. Ovación y vuelta al ruedo.
Alejandro Chicharro. Lila y oro. Ovación y una oreja.
Francisco José Mazo. Grana y oro. vuelta al ruedo y silencio.
Incidencias. Más de media plaza.