Lleva desde junio de 2022 en el Conservatorio Superior de Música como director, aunque anteriormente estuvo en el equipo directivo. Se ha adaptado perfectamente a su cargo en una institución en la que trabajan 59 profesores y cerca de 200 alumnos.
¿Quién ama la música ama la vida?
Sí, creo que sí. Yo creo que la música es la vida, porque al final es una manifestación artística de lo que es el ser humano y es lo que es la vida, unas veces es oscura y otra es luminosa. También tiene infinitos matices, como la vida misma, y los artistas lo reflejan.
¿Qué es lo que debe hacer y cómo se debe gestionar un Conservatorio?
He tenido que explicarlo muchas veces, porque somos el único centro superior de Enseñanzas Musicales y en la región hay bastantes conservatorios profesionales, como unos 10, y para hacer una analogía, por entenderlo rápidamente, nosotros somos la Universidad. Si los otros conservatorios son las enseñanzas medias o el instituto, nosotros somos la Universidad; el centro al que van las personas que quieren formarse ya profesionalmente en el mundo de la música y nuestros titulados son equivalentes a un graduado, de hecho, con la última modificación de la ley somos graduados. El funcionamiento se asemeja mucho más a un centro universitario que a otra institución educativa, lo que pasa es que estamos en una especie de terreno intermedio en el que somos enseñanza del régimen especial. Nos gestiona directamente la Junta de Castilla-La Mancha, la Consejería de Educación, pero somos grados superiores. Digamos que la gestión no es fácil, porque tiene muchas aristas, es decir, tenemos todas las tareas, todo lo que tiene que hacer un centro habitual, pero además tenemos muchas más cosas.
¿Cómo funciona el programa Erasmus en el Conservatorio?
Muy bien. Tenemos muchas más cosas, porque recibimos estudiantes de fuera, mandamos estudiantes fuera, estamos recibiendo continuamente profesores del extranjero, de Alemania, Italia y Francia, y nuestros profesores también se van fuera. Es como una enseñanza universitaria, pero nosotros hacemos cientos de actividades. Hoy tenemos dos profesoras extranjeras, una pianista y una violinista, que están haciendo una masterclass con los alumnos. Entonces es un centro muy dinámico. Estamos permanentemente haciendo cosas y la gestión es trabajosa, porque cuando quieres hacer muchas cosas hay que trabajárselas.
¿Cuáles son sus retos para el presente curso?
Estamos en Albacete, pero somos el Conservatorio Superior de Castilla-La Mancha y el único centro de referencia de la región de enseñanzas superiores de Música y queremos consolidarnos, tener una apertura hacia la Comunidad Autónoma. Entonces estamos desarrollando algunos programas nuevos. Tuvimos un programa muy interesante de poder tocar con nuestra orquesta, con nuestra banda, que puedan trabajar nuestro repertorio más cerca del profesionalismo con gente que ha decidido vivir de la música. El año pasado vinieron varias personas de Castilla-La Mancha. Un reto de futuro que tenemos es que las instalaciones son deficitarias, estamos compartiendo edificio con el Torrejón y Velasco, y ahora la Consejería de Educación está moviendo lo del nuevo edificio, porque nos permitirá que el Conservatorio crezca y se consolide. Ahora mismo impartimos tres de las especialidades, pero hay más. Es difícil pensar en las enseñanzas de postgrado como un máster, por un problema de espacio. También hay que decir que somos un centro educativo, que ya lo somos, sino convertirnos en un agente cultural, porque tenemos una Banda Sinfónica, grupos de cámara innumerables, pero también redunda en la vida cultural de la región. Es decir, que podamos trasladarnos a ir a distintos sitios. Este año tenemos programados conciertos fuera de nuestra provincia.
El Conservatorio lleva 10 años parado, si siguen a este ritmo nunca verá la luz.
Nosotros tuvimos una buena noticia en enero y febrero de este año, cuando después de muchos años se presentó el proyecto del nuevo Conservatorio Superior de Música. Por lo que yo sé el proyecto está en un proceso de licitación y la idea es comenzar la construcción en principio a finales de este año o principios de 2024. Es un proyecto muy deseado, llevamos 10 años en esta situación, porque creo que la Consejería ha entendido que la situación no se puede sostener más tiempo y nosotros necesitamos unas instalaciones propias. Es algo que se ha peleado mucho y que al final estamos en vías de conseguirlo. Sabemos que para el año 2025-2026 podremos tener ese nuevo centro. Desde luego, aunque se ha presentado, creemos que es un primer paso y que se den los siguientes. Que las obras vayan al ritmo y los plazos que tengan previstos, porque realmente nosotros hemos funcionado así 10 años a base de mucha imaginación para poder solventar los inconvenientes que hemos tenido de instalaciones y de convivencia con otro centro, el Torrejón y Velasco, al que siempre hay que agradecer su excelente propuesta de trabajar por las tardes y no hacer nada por la mañana. En este edificio diariamente hay una afluencia de cerca de 1.000 personas; las instalaciones están exprimidas hasta el máximo. Actualmente, estamos dando clase en el Colegio Cristóbal Valera por las tardes; nos prestan siete aulas y también está el Conservatorio de la Diputación. Gracias a esas colaboraciones solventamos esto, pero, claro, la gestión es mucho más compleja.
¿Las bolsas de trabajo están agotadas desde hace tiempo?
Actualmente, en esta semana se han incorporado los últimos profesores que tenían que hacer un proceso selectivo durante el mes de octubre. Nosotros creemos que, en cuanto a la bolsa de trabajo y gestión del personal, es un problema por la legislación, que se aplica indistintamente en los centros que pertenecen a las enseñanzas públicas no universitarias y, como somos eso, la gestión de una bolsa de un instituto, de profesores de FP o de un colegio no tiene nada que ver con esto. Nosotros estamos hablando de que para impartir clases en este centro tiene que ser un profesional altamente cualificado, es decir, si es un profesor de instrumento alguien que artísticamente domine su instrumento y les pueda aportar a los futuros profesionales su enseñanza y su sabiduría. Si no tenemos un perfil de ese tipo, estamos fallando y se pueden dar casos que los alumnos no reciban la enseñanza que quieran, y eso es algo que nos puede perjudicar muchísimo.
¿Faltan instrumentos básicos para el profesorado?
Es una demanda que tenemos desde hace tiempo, porque nosotros debemos tener una dotación instrumental acorde a nuestras enseñanzas y debemos tener un instrumento a disposición de la clase. Actualmente, es verdad que hay profesores que se tienen que traer el instrumento de casa. También es verdad que hace año y medio se nos hizo un aumento presupuestario de 50.000 euros por parte de la Junta para dotación instrumental. Ese dinero lo estamos invirtiendo en comprar instrumentos, pero cuando el nuevo edificio se empiece a hacer y sea una realidad es importante que el equipamiento incluya todos los instrumentos.
¿Se requiere una mayor dotación económica?
Sí, lo digo tajantemente. Un centro de estas características debe tener unas dotaciones económicas de acuerdo a sus necesidades. Los gastos de funcionamiento del centro estarán rondando los 30.000 euros al año, lo que pasa es que es verdad que como estamos compartiendo edificio, el Conservatorio Torrejón y Velasco se hace cargo de todo lo que son los gastos de calefacción, electricidad, mantenimiento del ascensor, del edificio, entonces ese importe lo dedicamos al Conservatorio. Lo que pasa es que lo hemos trasladado a la Junta, porque debe ampliarse. Hacemos muchas actividades y tiramos de imaginación.