Arrancaba el encuentro con muchas novedades en el Albacete Balompié. Ros, Rai Marchán e Higinio entraban de inicio. Sorprendió ver que faltaban cinco jugadores en la convocatoria. Djetei y Kaiky se quedaron fuera por lesión. Riki y Olaetxea por indisposición. Mientras que Jonathan Silva no entró por decisión técnica.
El ambiente en el campo fue excepcional, se notaba que el Alba se jugaba la vida y la grada prácticamente se llenó. Los blancos saltaron bien, presionando alto y metiendo al Tenerife en su campo en los primeros minutos.
Las primeras llegadas con cierto peligro fueron antes de los 10 minutos, primero Álvaro Rodríguez buscó un derechazo desde la frontal y el cuero tras tocar en Quiles y en un contrario, se marchaba rozando el larguero.
Pocos minutos después, Higinio recibió un balón en profundidad entre los centrales, se plantaba en el área ante Juan Soriano y su remate lo despejaba el portero, cuando el delantero del Albacete tenía todo a favor para abrir la lata.
Al cuarto de hora Waldo se lesionaba en una carrera y el extremo del Tenerife se vio obligado a pedir el cambio. No pudo continuar y en su lugar entraba Teto, al que no le dio tiempo ni a calentar.
En el minuto 19 el encuentro se tuvo que parar, ya que en la grada de tribuna marcador un aficionado se desvaneció. Rápidamente el público pidió las asistencias, y los sanitarios y médicos del club acudieron con celeridad. Tres minutos más tarde se reanudaba el partido.
Tocó esperar hasta el minuto 28 para ver una nueva ocasión y esta vez fue a favor del Tenerife. Teto controlaba el balón en la frontal, se marchaba de su par y sacaba un derechazo al palo corto, que salió rozando la madera de la portería defendida por Vaclík. De momento el portero checo era un espectador más.
En el minuto 34 llegaba una jugada que pudo cambiar el partido. En un balón largo para Quiles, Sergio González intentaba controlar el cuero y se le escapaba, Higinio llegaba en carrera para llevarse el esférico y el central lo frenaba. Llevaba amarilla desde el minuto cinco y vio la segunda amonestación. El Tenerife se quedaba con 10 y el Alba tenía muchos minutos por delante para jugar con superioridad. Por cierto, el partido se volvió a detener dos minutos por un nuevo problema en la grada. El calor era terrible y estaba pasando factura a los aficionados.
Los últimos minutos de la primera mitad fueron para un Albacete que encerró al Tenerife en su campo. Los jugadores de Alberto González acumularon llegadas por un lado y otro, pero no encontraban la manera de rematar el cuero entre los palos. No quedaba tiempo para más y el choque se fue al descanso con el (0-0) inicial. El Alba no aprovechaba la superioridad, pero quedaban 45 minutos con un futbolista más y no se podían desperdiciar.
El encuentro se reanudaba con un cambio en el conjunto de Asier Garitano, Luismi Cruz se quedaba en la caseta y entraba en su lugar Aitor Buñuel. Quiles a los dos minutos tuvo el gol en sus botas, pero perdonaba con todo a su favor. En una contra por la izquierda, Julio Alonso puso el centro raso al área pequeña y el delantero remataba de primeras desviado.
De nuevo en el minuto 60 el Albacete perdonaba en otra ocasión inmejorable para Agus Medina. El centrocampista entraba por la izquierda en el área, recibía el balón al espacio para plantarse en el mano a mano con Soriano. Tuvo tiempo para mirar, pensar y disparaba raso al muñeco, desperdiciando una oportunidad clamorosa.
Seis minutos más tarde, González se la jugaba quitando a dos defensas y sacando a Juanma y Pacheco. La reacción pudo ser inmediata, ya que Fuster dejaba sólo a Quiles con un gran pase desde su campo, y el delantero con muchos metros por delante, se fue para la portería y disparaba con la zurda ante Juan Soriano. El meta tocaba con la pierna para mandar a córner.
El Alba se fue con todo a por el gol y en el minuto 70, Manu Fuster forzaba un penalti para decantar la balanza. Quiles pidió la responsabilidad y esta vez desde los once metros no le temblaba el pulso. Disparaba raso a la izquierda, engañando a Soriano y poniendo el (1-0). El Belmonte fue una explosión de alegría y también el banquillo blanco. Todos los jugadores hicieron una piña para celebrar el tanto.
Vaclík salvaba el empate en el minuto 79 en uno de los primeros disparos del Tenerife entre los palos. Tras una jugada por la derecha, el centro raso a la frontal llegaba a Ángel y su disparo raso lo atrapaba el meta del Albacete.
Los blancos dominaban con cierta claridad ante un Tenerife al que le faltaba mucha ambición. La inferioridad también les estaba pasando factura y estaba más próximo un segundo gol, que el posible empate. Pero con un marcador tan corto podía pasar cualquier cosa.
En el minuto 86, Shashoua pudo dar tranquilidad al Albacete en una contra de cuatro para tres. El ex del Tenerife se la quiso jugar sólo y tras un buen recorte en el área, su disparo lo despejaba Soriano.
Tres minutos más tarde y en una contra clamorosa, Fidel se marchaba junto a Escriche contra un solo defensor. El extremo le dejaba el cuero perfecto a su compañero para encarar libre de marca a Soriano. Con todo a su favor, Escriche disparaba raso al lateral de la red y otra ocasión clarísima se acababa perdiendo.
Se añadieron seis minutos y lo mejor es que el Albacete no sufrió. Empujado por el Belmonte el conjunto blanco dejaba los tres puntos en casa en una final importantísima. Ahora suman 36 y la salvación se ve alcanzable en lo que resta de campaña.
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