Edgar Molina causó sensación ante los más de 300 asistentes con una colección nupcial elegante, romántica y atemporal. Ante un gran ambiente, donde no faltaron sus clientas más fieles y las novias e invitadas que se pondrán en su mano para el próximo año, Edgar Molina dejó claro una vez más que es uno de los nombres a tener más en cuenta en el sector de la moda nupcial. Grace & Jackie, está inspirada en la visita que la princesa Grace de Mónaco y Jackie Kennedy realizaron en Sevilla en la primavera de 1966.
Para ello, Edgar Molina cuidó al máximo hasta el último detalle de la puesta en escena. Su hermano, el matador de toros José Fernando Molina, le prestó su capote de paseo bordado con mariposas azules, que a la vez es un homenaje a su madre María Isabel Huertas, fallecida el pasado año, y que tuvo un lugar destacado en la primera fila. Las modelos, además de lucir rosas naturales rojas y blancas en el pelo, fruto de la colaboración con la florista Pina Deffenu, caminaron con zapatos y sandalias de la firma Mint & Rose.
El estilo y la elegancia de Grace de Mónaco y Jackie Kennedy se vieron reflejados en las trece propuestas nupciales de Edgar Molina en la que no faltaron su gusto por los diseños atemporales, románticos y femeninos y su fuerte apuesta por los tejidos nobles, los bordados artesanales y las pedrerías cosidas a mano.