La caída de una tapia en el casco viejo se vuelve una noticia

E.F.
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Medios de comunicación de toda España convierten unos cascotes sobre un garaje en el supuesto derrumbe de una de las laderas del antiguo Castillo

Imagen de la ‘catástrofe’ tomada por los propios bomberos. - Foto: SEPEI

La noticia es que no hay noticia, pero en estos tiempos de alocadas redes sociales poco importa. A primera hora de la mañana de ayer, un titular corría como la pólvora por toda España: una ladera del Castillo de Hellín se había derrumbado sobre una casa.

A media mañana, cuando empezaron a circular las primeras fotografías de la presunta catástrofe,    las imágenes no cuadraban, precisamente, con el grave incidente del que daban cuenta agencias, grandes cabeceras de Madrid y Barcelona y medios regionales de todo el país, porque sólo se veían unos cascotes sobre un tejado de uralita.

Al mediodía, el propio alcalde, Manuel Serena, confirmaba que la tapia de una casa antigua se había caído sobre una cochera a causa de las fuertes lluvias del jueves. «Pasa todos los días que llueve aquí en el casco, son casas de los años 20, 30, 40», explicaba, «no tienen mantenimiento y en cuanto se mete agua tienen problemas».

En  cuanto a la supuesta evacuación de los residentes, duró sólo el tiempo que los bomberos del Sepei tardaron en inspeccionar la vivienda sita en la Calle Pozo de los Perros y ver que no había riesgo de que cayesen más cascotes.

Y ahí terminó todo, salvo aclarar un último detalle: es un poco difícil que el Castillo se derrumbe sobre nada o nadie, porque casi no queda castillo. De la fortaleza árabe, sólo quedan algunos restos de la muralla, como saben todos los habitantes de Hellín.