La fuente de la plaza Ramón y Cajal presenta una arqueta en su parte inferior obstruida con plásticos y papeles que está provocando diariamente que el agua discurra, cuesta abajo, hasta la calle de la Plaza.
Un hecho del que son testigos diariamente las personas que transitan hacia el Ayuntamiento, que ocupan las terrazas de los establecimientos públicos de la zona, toman asiente en los bancos de la céntrica y remodelada explanada o en la piedra que rodea el templo del patrón de la ciudad, San Blas.
La arqueta recoge el agua de la que hacen uso mayormente los niños especialmente durante las mañanas y tardes acaloradas del verano con las altas temperaturas.
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El arqueta de la fuente de la plaza lleva días obstruida 
El arqueta de la fuente de la plaza lleva días obstruida
Con la llegada del otoño el estancamiento del agua en la arqueta prosigue con normalidad y sin llamar la atención del bien preciado que se escapa lentamente y cuesta abajo hasta la calle de la Plaza.