Durante el 2023 nacieron en el Hospital General Universitario de Albacete 11 niños con cardiopatías congénitas, el 4,9% del total de nacimientos, que fueron 2.483, una cifra notablemente inferior a los 31 alumbramientos con esta patología crónica que se registraron un año antes, en 2022, con 31 niños nacidos con cardiopatías congénitas (el 13,8% del total).

Hace 10 años el número de gestaciones que registró el Hospital General con estas alteraciones del corazón fueron 18, el ocho por ciento de los 3.476 nacimientos registrados ese año en la geografía provincial, justo un millar más al año de los que nacen ahora.

Las cardiopatías congénitas son las malformaciones congénitas más frecuentes, afectando a entre 5 y 12 de cada 1.000 recién nacidos. Algunas de estas cardiopatías se caracterizan por tener una estrechez en la salida del corazón hacia el pulmón (válvula y arteria pulmonares), que pueden requerir tratamiento quirúrgico incluso en la época de recién nacido. 

La pediatra especialista en Cardiología de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, la doctora Laura del Rey, explicó que las cardiopatías congénitas son enfermedades crónicas no transmisibles con una incidencia alta. Hay registros desde mediados del siglo XX y tienen una frecuencia aproximada a nivel mundial de ocho por cada 1.000 recién nacidos, con un ligero predominio en el sexo masculino.

Se calcula que se producen 27 muertes fetales por cada 1.000 embarazos, de las cuáles entre el 50 y el 60% son defectos cardíacos que se diagnostican en la edad prenatal. En cuanto a las alteraciones congénitas, la mitad serán severas en el primer año de vida. De ellas, la mayor parte se diagnostican en la primera semana de vida y el resto en el primer mes tras producirse el nacimiento. 

La doctora Del Rey explicó que las cardiopatías congénitas son defectos en el corazón por alteraciones sufridas durante el desarrollo fetal. Se trata de la patología congénita más frecuente: 10 niños nacen al día con ella en España. Dado que se trata de una patología crónica, para toda la vida, requiere de atención especializada. "Cada caso precisa un tratamiento diferente. Algunos bebés necesitan operación quirúrgica pocos días después de nacer; otros, meses o años después; y muchos de ellos son operados varias veces a lo largo de su vida".

Como tal no hay factores de riesgo que predispongan a la madre a que su bebé sufra una cardiopatía congénita, «la edad avanzada de la madre afecta a las alteraciones cromosómicas, que muchas veces vienen de la mano de las cardiopatías congénitas, tampoco el consumo de alcohol, drogas o medicamentos tóxicos», indicó la doctora del Rey, que se refirió también a los antecedentes familiares que sí constituyen un factor de riesgo para sufrir estas dolencias, «ya que los progenitores y los hermanos con alteraciones del corazón pueden elevar las probabilidad de sufrir una cardiopatía congénita entre un uno y un cuatro por ciento en caso de un segundo embarazo de la madre», aunque no existe posibilidad de impedir que un segundo hijo sufra estas patologías.

La buena noticia es que en los últimos años ha bajado el número de casos de nacimientos con estas patologías del corazón gracias a la mejora de las técnicas del diagnóstico prenatal «que está haciendo que haya más interrupciones del embarazo en los casos en los que hay una diagnóstico prenatal de una cardiopatía congénita severa que puede comprometer la vida del bebé», aseguró la pediatra especialista en Cardiología del CHUA.

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