A demanda de los trabajadores de la residencia municipal Virgen de Los Remedios, el Ayuntamiento de La Roda ha adquirido una grúa de traslados para residentes que no tienen apoyo. La directora de la residencia, María José Zamora, señala que también se ha comprado una bañera geriátrica. «La dependencia de los residentes es cada vez mayor. Aunque muchos son más autónomos, pierden esta autonomía con el paso de los años. Tenemos sillas geriátricas para residentes que no se mantienen mucho de pie, pero necesitábamos una bañera geriátrica».

La bañera está diseñada para duchar a personas que prácticamente no se mueven. Con la grúa y la bañera, los trabajadores atienden a residentes que tienen estas necesidades específicas. El Ayuntamiento ha invertido unos 3.400 euros, en la adquisición de este material de apoyo, además de la sustitución de las ruedas de algunas camas.

La concejal de Bienestar Social, Eva Perea, explica que «la residencia municipal de mayores es un edificio muy antiguo con carencias importantes, no sólo en cuanto a material, también en su infraestructura». Por eso, precisa «arreglos y reformas constantes». Recientemente, el Ayuntamiento ha llevado a cabo arreglos en el tejado que tenía goteras, ha pintado la planta baja y ha colocado un clorador automático.

Eva Perea desconoce cuántos años tiene el inmueble, «pero es muy antiguo teniendo en cuenta que las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús estuvieron en La Roda, dando servicio a esta residencia, durante 125 años». En este sentido, señala que «debido a su antigüedad, el mantenimiento del edificio es constante», por ejemplo, «el techo es de cañizo», apunta Perea.

La residencia municipal Virgen de Los Remedios es una residencia pequeña, muy familiar, con 43 residentes, atendidos por profesionales experimentados. La nueva directora, María José Zamora, que llegó en el mes de junio, ha impulsado iniciativas como la elaboración de murales dedicados a mujeres destacadas que decoran las estancias comunes, entre ellas encontramos a Amparo Roldán que ocupa este lugar gracias a la aportación de Gabriel Alarcón, uno de los residentes. Este artista local también ha tenido ocasión de decorar las paredes de la residencia con sus cuadros.

Otra de las iniciativas recientes ha sido la firma de un convenio con UDP para que los voluntarios colaboren dos tardes a la semana. Una de las voluntarias es María del Señor Canales que atiende la portería.