El piloto español de MotoGP, Marc Márquez, (Honda) celebró ayer que «por fin» llegue la última carrera del año, después de «una temporada llena de altibajos, emociones y decisiones difíciles», aunque reconoció que «no es un final cualquiera, porque se cierra un capítulo increíble» de su carrera deportiva.

«Llegamos a Valencia con ganas de terminar el Mundial de la mejor manera posible; es un circuito que me gusta y en el que tengo buenos recuerdos», indicó el corredor de Cervera.

El Circuito Ricardo Tormo acogerá la última prueba del curso y también de Márquez con Honda después de 11 campañas montando la máquina nipona en la categoría reina. En 2024, el ocho veces campeón del mundo correrá en Gresini, con Ducati, por lo que Cheste «no es un final de curso cualquiera».

«Será muy emotivo, porque se cierra un capítulo increíble de mi carrera deportiva y de mi vida», confesó sobre su «historia increíble» con los japoneses, viviendo «buenos y malos momentos». «Me han ayudado a convertirme en quien soy», agregó el motociclista.

Una relación exitosa

El leridano cerrará este próximo domingo una relación con una fábrica junto a la que ha levantado seis títulos mundiales en un trazado en el que conquistó el trofeo en tres ocasiones -2010 en 125cc y 2013 y 2017 posteriormente. El de Cervera suma en Cheste siete podios -una victoria en Moto2 y dos terceros puestos, dos segundos y dos victorias en la máxima competición-.

No ha sido una campaña fácil para el español, que no ha encontrado un buen rendimiento encima de la moto a lo largo del calendario. Tras acabar en undécima posición en Catar, espera terminar con buen sabor de boca .

«Este fin de semana será para celebrar lo que hemos hecho y disfrutar de nuestro tiempo juntos hasta los últimos momentos. Hagamos que cada vuelta cuente», concluyó frente a los medios.