Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Ante la ausencia del sol

29/11/2021

Dijo Rocío Biedma que «el Sol sólo miente cuando se queda escondido entre las nubes» y la verdad es que así parece ser cuando alguien -metido en faena vocacional y exposiciones de oratoria- se aventura a dar opiniones de Astrología sin que atendamos a las verdaderas razones que lo demuestran.
El Sol ha sido objeto de fantasías, sueños, películas y leyendas y mucho más a través de la historia de la humanidad; el sol nos da calor y la temperatura que necesitamos en el planeta para que todo siga existiendo; sin el sol, al igual que sin el agua, la vida en la Tierra no existiría.
Con esta afirmación poco aporto, sin duda, porque es algo que todo el mundo sabe sin más, por lo liviano de su mensaje claro está. Tal vez, mi comentario vaya encaminado a esa dimensión que algunas personas ofrecen cuando se atreven a afirmar que el Sol solo existe por el día, mientras que por la noche parece desaparecer por completo, sin olvidar que los movimientos siderales, del Universos o del Cosmos -como queramos definirlo- siguen siempre una regularidad establecida. Y claro, ahí es donde debemos de puntualizar.
En realidad, el Sol no desaparece, ni va a ningún lado. somos nosotros los que nos escondemos de él. ¿Sabes por qué nosotros somos los que nos escondemos?, pues porque la Tierra da muchas vueltas sobre su eje mientras gira alrededor del Sol, tardando un día en completar una vuelta. Cuando la Tierra gira a diario, una parte de ella queda oculta de los rayos del Sol; esa parte que no recibe luz directa se encuentra de noche y la otra mantiene la luz -día-. Por esta razón, mientras giramos y pasamos de día a noche parecería que el Sol se oculta, aunque siempre está ahí. Muchos de mis lectores pensaran que estoy escribiendo para alumnos de Primaria, pero tal vez, no vendría mal que algunos adultos repasasen sus apuntes por eso de aclarar esos aspectos dudosos que dejan colgados en la red o que reafirman frente a las cámaras de información.
Pero bueno, tenía ganas de hacer este comentario, no en tono jocoso sino más bien, en tono distendido porque en estos tiempos que corren, lo que más conviene es hacer reflexiones donde el divertimento como clave en el desenlace. Mejor reír que llorar, que bastante tristeza llevamos a cuestas.
«Ciego quien no ve el sol; Necio quien no lo conoce; Ingrato quien no le da las gracias, porque amigos, si tanta es la Luz, tanto será el bien y tanto el beneficio con que resplandece, con que sobresale, con que nos favorece, maestro de los sentidos, padre de las sustancias y autor de la vida». Así son las palabras de Giordano Bruno y así son las mías.

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