Socovos es un pueblo pequeño en habitantes, pero grande en tradiciones, y la prueba es que cuenta con dos santos patrones, San Felipe y Santiago, en cuyo honor se celebra este miércoles una multitudinaria romería.

Esta romería y todos los festejos que, de hecho, comenzaron el pasado jueves 25, pueden llegar a reunir entre 4.000 y 5.000 personas, más del doble del número de residentes con los que cuenta este municipio serrano.

Estas festividades y todo cuanto las rodea se dieron a conocer esta mañana en una rueda de prensa celebrada en la Diputación y la que asistieron el alcalde socoveño, Francisco García; el mayordomo de la romería, Francisco Beteta, y la diputada Raquel Ruiz.

Ruiz, quien también es alcaldesa de Elche de la Sierra, "ésta es una romería a la que no solo van los socoveños, también de los de los pueblos que estamos al lado, y tiene un gran arraigo, porque las primeras referencias tienen 300 años".

Por su parte, el alcalde de Socovos explicó que "aspiramos a que estas fiestas logren la declaración de Interés Turístico Regional" porque tienen unas características que las hacen "únicas". Para empezar, la duración del ciclo festivo.

Todos los años, el Domingo de Resurrección, las efigies de San Felipe y Santiago, ambas obras del taller de Salzillo, dejan su Ermita para pasar un tiempo en el pueblo. Durante su estancia, los 'pasean' por las calles para poder bendecir los hogares.

Entre finales de abril y principios de mayo, se celebran las fiestas que marcan su regreso a a la Ermita, donde pasan el resto del año. El momento culminante es la romería de vuelta,  que siempre termina con una comida popular en torno al pequeño templo.

El mayordomo que cuida la Ermita, finalmente, explicó que "la fiesta tiene arraigo, pero tuvo un momento de crisis entre los años 60 y 70, casi desapareció; a partir de los 80, por contra, cogió fuerza otra vez".

El acto de presentación de los festejos tuvo, por último, un momento protocolario, con la entrada de dos placas de reconocimiento, una al mayordomo y la otra a los costaleros que portan las efigies de ambos patrones.