Realizar la acción caritativa y social de la Iglesia Católica en la Diócesis de Albacete es el fin de Cáritas, que tiene un programa de Infancia y Familia a través del que trabaja con niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Al amparo de ese programa, desde la organización entendieron que era importante poder profesionalizar a los jóvenes que fuesen a trabajar con la infancia e, incluso, que a los adolescentes que salían de ese programa -a partir de los 16 años- se les diera la oportunidad de conseguir un título oficial homologado por la Junta de Comunidades para poder acceder a un primer empleo.
Asimismo, en 2019, se llevó a cabo un proyecto denominado Volando Alto, de acompañamiento a jóvenes de 16 a 30 años, para dar una respuesta concreta a la necesidad de acompañar a la juventud en la transición a la vida adulta. En el desarrollo de este programa, acercándose a los jóvenes, viendo sus necesidades y observando su forma de ver la vida, consideraron la posibilidad de apoyar a la juventud en este sentido y en 2022 se oficializó Cáritas como Escuela de Animación.
Una de las responsables de esta iniciativa en Cáritas, Ester Collado, destacó que la finalidad es la formación, preparación y acompañamiento de educadores para actividades de ocio y tiempo libre dirigidas a niños y adolescentes «desde una mirada educativa y de Derechos Humanos», que es lo que realmente marca la diferencia con otras Escuelas de Animación.
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