La evolución de las cesiones de trabajadores a través de contratos fijos discontinuos es el principal cambio que se observa en el balance anual de la actividad de las empresas de trabajo temporal (ETTs), publicado recientemente por el Ministerio de Trabajo y#Economía Social.

Así, el freno a la contratación temporal que supuso la entrada en vigor de la reforma laboral, en abril de 2022, ha llevado a que ese tipo de acuerdos laborales a través de ETT se duplicasen en la provincia durante el pasado 2023, en comparación con el año anterior. Los contratos fijos discontinuos por esa vía pasaron de un año a otro de 7.306  a 14.618, con lo que pasan a suponer casi el 60% de los 24.574 formalizados a través de esas compañías de intermediación, mientras que en 2022 se quedaban en un 33%. Por otra parte, durante el pasado año supusieron casi un 30% de los algo más de 49.000 contratos de ese tipo que se firmaron en Albacete, de acuerdo a las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Mientras, en 2021 esa opción no aparecía entre las estadísticas de las ETTs y, sin embargo, eran cerca de 22.000 los contratos por obra o servicio que realizaban, modalidad extinguida por la reforma, que lleva a sustituirlos por los indefinidos con muy pocas excepciones, como son circunstancias extraordinarias de la producción, sustituciones o contratos de aprendizaje.

Al margen de los fijos discontinuos, casi el 30% de los contratos  gestionados a través de empresas de trabajo temporal corresponden al primer tipo, las circunstancias de producción, un total de 6.965 que suponen un ligero descenso sobre los 7.300 de 2022. 

El 11,4% restante, con 2.814 acuerdos sellados, es la suma de los contratos de sustitución, formación y aprendizaje y prácticas, tipologías que crecen de forma considerable, al haberse quedado en algo menos de 400 el año anterior.

REACCIONES. Carmen Juste, secretaria general de CCOO Albacete, afirmaba al ser consultada por las cifras del Ministerio que «aunque hay empresas que utilizan bien los contratos fijos discontinuos, sí hemos detectado que muchas veces se cubren necesidades estructurales de las empresas, para las que deberían firmarse trabajadores indefinidos, con estos contratos en un intento de disminuir los costes». «Es una forma de burlas las limitaciones a la temporalidad que estableció la reforma laboral», proseguía, destacando que «se han dado casos en que el trabajador con ese contrato no ha llegado a tener periodo de inactividad». 

«Dentro de lo malo, el fijo discontinuo es algo mejor para el trabajador, ya que aporta mayor seguridad, pero no ha de hacerse en caso de necesidad estructural», señaló Juste, que optó por más medios para que la Inspección de Trabajo vigile que no se abuse de esa modalidad. Al margen de ello, en cuanto a los efectos de la reforma laboral, remarcó que «en Albacete hemos pasado de un 94% a un 50% de temporalidad».