Desde el mes de octubre de 2016 lleva en marcha el Equipo de Continuidad Asistencial de Geriatría y desde esa fecha hasta el momento actual estos profesionales han atendido en sus domicilios a más de 2.600 pacientes, a una media de 350 por año.
La demanda de este tipo de atención especializada que fundamentalmente evita continuas visitas al Servicio de Urgencias, así como ingresos hospitalarios crece año tras año, pero no así los recursos humanos para poder atender todas las peticiones, porque sólo hay un ECA para toda la población sanitaria mayor de 70 años en toda la Gerencia deAtención Integrada de Albacete. El balance de este programa no puede ser más positivo, por los buenos resultados que se están obteniendo en la mejora de la calidad de vida de los pacientes atendidos y en cuanto al ahorro de costes sanitarios que se obtiene.
El geriatra Gabriel Ariza y la enfermera especialista en Geriatría Benedicta Sánchez son los artífices de este éxito, en el que el principal beneficiario siempre es el paciente y su familia, y que hasta el momento ha conseguido demostrar que en casi el 85% de los pacientes intervenidos a través de este Equipo de Continuidad Asistencial no precisaron al mes siguiente de la intervención o de haber sido dados de alta no presentaron necesidad ni de ingresar ni de ser atendidos en Urgencias y por tanto se logró un ahorro económico. Algo que en costes económicos ha supuesto un ahorro para el Sescam por año de entre 850.000 y 900.000 euros y un ahorro medio por paciente visitado de 2.253 euros.
Fue en octubre de 2016 cuando arrancó este proyecto que da soporte a Atención Primaria y las residencias de mayores y que tiene como centro de la atención sanitaria al paciente mayor de 75 años. Su objetivo principal es evitar los ingresos hospitalarios y las visitas a urgencias y realizar un seguimiento domiciliario del paciente.
El doctor Ariza informó que fueron 360 los pacientes atendidos durante el ejercicio pasado.
El perfil del paciente tipo que se atiende en este dispositivo son pacientes con patologías agudas o descompensaciones de patologías crónicas. «Una vez que la persona enferma está estable se da por finalizada la intervención, en caso de que la evolución no sea buena y requiera una nueva hospitalización se interrumpe la atención domiciliaria de la ECA», agregó el coordinador medico del Equipo, que reiteró que con el paso de los años «lo que vemos son cada vez pacientes más añosos y más complejos clínicamente, es decir, con más comorbilidades, que toman más fármacos y están peor funcional y cognitivamente».
También en los últimos años se ha añadido una variable más a este cúmulo de factores que deterioran la salud y es la fragilidad. «Los pacientes que vemos a través del Equipo de Continuidad Asistencial cada vez son más frágiles, lo que revela que cada vez tienen más riesgo de descompensación, por lo que se benefician más de nuestra intervención domiciliaria y que aumente su deterioro».
La insuficiencia cardíaca aguda, las infecciones respiratorias y de orina son algunas de las patologías más frecuentes en personas mayores que requieren de una rápida intervención de los profesionales de la ECA. Igualmente enfermos con infecciones de gérmenes que requieren un tratamiento antibiótico intravenoso se benefician de este Equipo, lo que les obliga a acudir diariamente para su correcta administración (de lunes a viernes), con el apoyo de los profesionales del Punto de Atención Continuada los fines de semana.
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