Después de un prometedor inicio liguero, el Albacete exhibió ayer una imagen pobre y cayó ante un Mirandés sólido atrás y eficaz en punta. Un tanto de Izeta en el primer acto y otro de Panichelli cerca del final del duelo decidieron un encuentro en el que el conjunto de Alberto González tuvo poca capacidad de respuesta y dio la impresión de nunca sentirse a gusto sobre el césped de Anduva ante un rival superior en casi todos los tramos del encuentro. La derrota supone la tercera seguida para la escuadra manchega, algo inédito desde la llegada del técnico malagueño al Carlos Belmonte. Y la reacción deberá llegar el sábado en un nuevo partido a domicilio, en Ferrol, ante el Racing. 

Tres cambios introdujo Alberto González en la alineación inicial con respecto al encuentro en el que su equipo cayó derrotado ante el Eibar, uno por línea: Ros, Riki y Quiles. Diego González, Rai y Fidel ocuparon sus plazas.

Poco sucedió, al margen del tanteo habitual, en los quince primeros minutos del partido más allá de un encontronazo en el que Javi Rueda salió mal parado y tuvo que ser atendido, aunque pudo continuar jugando, y de un testarazo llovido de Lachuer que Raúl atrapó sin problema.

Al Alba, que trataba de construir el juego moviendo al rival y con paciencia, le costaba un mundo encontrar espacios en la buena telaraña defensiva de un Mirandés muy rocoso. Faltaba velocidad en la circulación de la pelota para hacer sufrir al conjunto rojillo, que encontró el gol sin haber hecho tampoco mérito alguno en ataque previamente. El Mirandés pugnó por un balón guiado por la obstinación de Panichelli cerca del área de la escuadra albacetense y Reina metió la cabeza lo justo para habilitar a Izeta, que batió con precisión y un toque sutil a Raúl en el retorno del meta grancanario a la que fuera su casa.

El 1-0 poco cambió el panorama. El Albacete tocaba y tocaba la pelota, amasando posesión estéril, sin encontrar fisuras en el ordenado bloque de Alessio Lisci, más vertical en sus acciones.

Alberto González se vio obligado a relevar a Jaume Costa, con problemas físicos, al que suplió con Riki, pasando Agus Medina al costado izquierdo y quedando el jugador ovetense como acompañante de Rai en el eje de la medular.

Tuvo que ser a balón parado como generó el Albacete su mejor ocasión del primer periodo. Higinio peinó en el primer palo un saque de esquina y Rai, completamente solo y sin portero, golpeó el cuero de forma defectuosa. Raúl, el meta local, pudo atajar la pelota. La ocasión dio alas al Alba, que fue mejor en el tramo final del primer tiempo y pisó el área local, como en una llegada por la izquierda de Lazo, con más peligro. Higinio obligó a Tachi a una cesión comprometida en un balón largo al que salió también Raúl. El central del Mirandés reaccionó bien y despejó la pelota, con el meta superado, ante la amenaza del delantero murciano.

Lisci y González aprovecharon el entreacto para mover piezas. Alvaro Rodríguez y Quiles reemplazaron a Javi Rueda e Higinio en el Albacete, y Tachi, amonestado, fue el sacrificado en la escuadra rojilla en beneficio de Eguiluz.

Precisamente Álvaro Rodríguez inauguró la nómina de ocasiones del segundo periodo al rematar, más con el hombro que con la cabeza, una falta servida por Fidel. Panichelli dio la réplica después de un despeje defectuoso de Jon García y el trallazo del delantero argentino se marchó por poco a la izquierda de Raúl. Izeta, en la acción siguiente, cabeceó centrado, a las manos del meta grancanario. No acabaron ahí los sustos para los pupilos de Alberto González, ya que Rincón, con todo a favor, habilitado por Reina después de una buena jugada asociativa del Mirandés al primer toque, mandó alto un remate franco.

El conjunto manchego logró contener el empuje local, aunque le seguía costando un mundo acercarse a la portería de la escuadra rojilla, que volvió a intentarlo por medio de Gorrotxategi. Ni las entradas de Meléndez y Juanma animaron a un Albacete encomendado a poder empatar en alguna acción puntual.

La puntilla para la escuadra manchega llegó en una falta colgada al área con elegancia por Ander Martín. Panichelli, un incordio constante durante todo el encuentro, la cabeceó con maestría, ganándole la partida a Diego González, lejos del alcance de Raúl. Un golazo. El 2-0 pudo ser aún más amplio si una gran jugada de Reina no encontrara la buena respuesta del meta grancanario.

A Lisci, en medio de la impotencia del Albacete, le dio tiempo a hacer debutar al joven costamarfileño Bassinga.

En el tiempo añadido, al que se entró con una ocasión de Quiles, pudo hacer el tanto de la honra el equipo visitante en una doble oportunidad. El larguero escupió el disparo de Agus Medina y el balón suelto, rematado por Quiles, se encontró con la buena intervención de Raúl, que privó al Albacete del gol y dejó su portería a cero por tercera jornada consecutiva.