Los últimos datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) confirman la tendencia a la baja en el consumo de hidrocarburos en la provincia de Albacete sobre el que ya se vino informando durante el pasado año. De hecho, esa tónica incluso se acrecentó en los últimos meses de 2023, con lo que el descenso de ventas con respecto al año anterior se quedó muy cerca del 15%.
El consumo total de combustibles procedentes del petróleo sumó algo menos de 330.000 toneladas (329.678, en concreto), cifra que supone la mencionada disminución porcentual en la comparación con 2022, cuando se superaron las 388.000.
El consumo de 2023 queda incluso por debajo del 2020, año de los confinamientos y restricciones a la movilidad, que motivaron uno de los registros más bajos de la serie histórica en el presente siglo (de unas 355,000 toneladas) y queda ya casi un 20% por debajo de las más de 400.000 que se contabilizaron en 2019.
Por grupos de combustibles, los gasóleos siguen siendo los que se venden de forma mayoritaria, aunque su peso sobre el total sigue cayendo al ser, entre otros factores, el que usan los vehículos que se encuentran con más restricciones en las zonas de bajas emisiones y no haber ya una gran diferencia de precio con respecto a la gasolina.
En concreto, el consumo de gasóleos en la provincia quedó en 288.523 toneladas, un 87,5% del total, tras una caída interanual del 14,5%.
Entre sus tipos, el mayor descenso se dio en el gasoleo B (el bonificado para maquinaria agrícola, entre otros usos), cuyas ventas bajaron un 32,7% y quedaron en 70.752 toneladas. Mientras, el A (de automoción) caía un 10,4% hasta 199.890 toneladas y el único aumento se daba en el C (específico para calderas de calefacción), que casi se duplicó, alcanzando las 17.881 toneladas.
Menor fue el descenso en el consumo de gasolina que, en cualquier caso, suma solo 40.035 toneladas al total de ventas (un 12,5). Toda esa bajada se corresponde con la de 95 octanos, de la que se vendieron unas 1.500 toneladas menos que en 2022, quedando en 38.412. Mientras, subió muy ligeramente el consumo de gasolina de 98 octanos, una opción minoritaria que sumó 1.623 toneladas.
En comparación con ámbitos territoriales superiores, el descenso del territorio albacetense superó las caídas que también se dieron a nivel regional y nacional. En el primer caso, las ventas totales en Castilla-La Mancha cayeron un 7,3%, quedando en algo más de dos millones de toneladas, de las que suponen algo más de un 16%.
Por su parte, el mercado nacional sumó un consumo de 33,4 millones de toneladas de estos productos derivados del petróleo para automoción o generación de calor, un 3,5% menos que los cerca de 35 millones del año anterior.
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