Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Abejarruco

26/02/2024

El verdadero nombre es Abejaruco, aunque por deformación, en nuestros pueblos es muy común escuchar abejarruco, y hacerlo con despectivo trato, según el momento y el lugar, añadiéndoselo a personajes de esos que 'pululan' sin oficio ni beneficio.
Lo cierto es que este ave con su nombre bien puesto, es de gran colorido y muy vistoso, con sus partes dorsales rojizas, amarillas y verdosas, mientras que en su vientre suelen presentar plumas de color verdoso o azulado, ofreciéndonos un canto especial que podemos oír desde bastante distancia. Es una maravilla verlo volar y cantar, sin que con ello, detectemos ese acrobático vuelo entre aleteos rocambolescos difíciles de imitar.
Pero, una de sus más curiosas características es que suele perder su pico, en un porcentaje muy elevado, cuando hace su nido, y se queda sin poder 'demostrarnos' cuál es el valor de su prestancia decorosa y elegante. Un pájaro sin pico es como un albañil sin palustre, o como un orador sin lengua o como un torero sin capote, ya veis ¡qué lástima! cuando uno de esos abejarrucos que andan por nuestros pueblos y ciudades, queriendo 'picotear' para hacer daño, en difamaciones o veleidades hipócritas, si tuvieran la suertecilla de quedarse sin piquito y así aguantar las simples miradas de quienes, honestamente, saben cuál ha de ser la moral a seguir y el trabajo a realizar.
Y es que el nido del abejaruco suele excavarlo en el suelo, de ahí ese problema, pudiendo llegar al metro de profundidad, ayudado por las hembras, con la intención de turnarse en el trabajo y de vigilar mientras se hace.
Luego, unos seis o siete huevos y a incubar para que vuelvan a salir nuevos abejarucos con pico y buen canto.
Me encanta este ave, por su canto y su plumaje; y detesto a esos abejarrucos que dedican su tiempo a 'darle al pico' sin incubar, sin generar productividad, sin ofrecer esfuerzo ni caminar hacia el enriquecimiento cultural o personal, solo escondiendo sus alas y aletargando su incubación. Merops apiaster, especialista en comer abejas, pico insectívoro, agudo y fino, que escudriña los alrededores desde una atalaya en la que posa. ¡Buena fauna la nuestra! 
 

ARCHIVADO EN: Productividad, Tauromaquia